Viernes, 21 de junio del 2019
Esos meses de embarazo son una gran emoción pero también tiene el lado no tan bonito tomando en cuenta los malestares que se podrían presentar, entre ellos están las náuseas, dolor de espalda, estreñimento y calambres.
Aunque estas incomodidades no presentan un riego a la salud de la futura mamá, hacen que no pueda aprovechar al 100 esta hermosa etapa, pero por fortuna, hay algunas recomendaciones que pueden ayudar a desaparecerlas o evitarlas.
Sentir náuseas es una de las quejas más frecuentes en las mujeres embarazadas. Aunque pueden presentarse a cualquier hora del día, suelen ser más frecuentes al despertar. Aparecen entre la semana 12 y 14, y pueden interferir en la alimentación de la futura mami.
Para evitarlas, los especialistas recomiendan hacer comidas frecuentes, pero ligeras. Es decir, evitar comer hasta sentirse llena por completo. También es conveniente tomar muchos líquidos.
Otro padecimiento común durante el embarazo es el dolor de espalda. Esto sucede porque las articulaciones de la pelvis se relajan para dar espacio y dejar que el bebé pase sin problema a través del canal. A la vez, el centro de gravedad del cuerpo cambia y eso provoca que las embarazadas caminen con la pancita hacia adelante y la espalda hacia atrás, generando dolor.
La solución es practicar una buena postura, sentarse con los pies ligeramente elevados, evitar permanecer de pie durante mucho tiempo y no hacer movimientos bruscos que puedan provocar tensión en los músculos.
La presión que provoca el peso del útero y el crecimiento del mismo pueden afectar el funcionamiento de los intestinos. Por lo tanto, al menos la mitad de las mujeres sufren estreñimiento en el embarazo, en especial si lo padecieron desde tiempo antes.
Lo mejor es consumir alimentos que sean ricos en fibra como frutas, vegetales y productos de granos integrales. Además, hacer ejercicios ligeros que fomenten el movimiento de los intestinos.
Los calambres son una de las peores molestias y de las más dolorosas. Suelen presentarse a lo largo del día, pero tienen mayor incidencia en las noches.
Para aliviar los dolores es recomendable hacer ejercicios de estiramiento de la pantorrilla, pero sin poner los dedos del pie en punta. También se puede enderezar la pierna y mover el pie hacia atrás (hacia tu rostro).
También ayuda consumir alimentos ricos en magnesio y potasio, como el frijol, los plátanos, nueces y frutos secos para mantener los calambres al límite.