Sábado, 20 de julio del 2019
Ya hay bastante tienpo desde que el aceite de coco se convirtió en uno de los productos favoritos por muchas y existen ciertos usos que se le han dado que en lugar de beneficiar tu salud, pueden perjudicarla. Aquí te decimos qué si y qué no de este producto:
Qué si:
El aceite de coco es el aliado ideal para mantener tu cabello sano, hidratado y protegido.
¿Piel seca? El aceite de coco es un increíble humectante para tus piernas, brazos y codos.
Aplicar un poco de aceite de coco en cortes pequeños o rasguños puede acelerar la cicatrización.
Diversas investigaciones y estudios han comprobado que el aceite de coco puede mejorar la dermatitis y otras irritaciones e inflamaciones de la piel. Antes de usarlo, consulta con tu médico.
Aplicar aceite de coco en tus dientes y dejarlo actuar por 10 minutos cada día puede ayudarte a mejorar tu salud dental, ya que elimina algunas de las bacteriasdañinas en la boca y reduce la placa en los dientes.
Qué no:
Hay estudios que demuestran que el aceite de coco cuenta con un factor de protección solar (SPF) de 8, no es recomendable darle este uso aunque lo mejor es darle el uso exclusivo para hidratar tu piel.
Para protegerla del sol, opta por un protector solar de amplio espectro, resistente al agua y al sudor, y con SPF de 30 o más.
El aceite de coco es comodogénico, es decir, es una sustancia que tiene una gran probabilidad de obstruir los poros de la piel y como consecuencia, brotes de acné y la formación de puntos negros y espinillas.
De acuerdo con la Asociación Americana del Corazón (AHA por sus siglas en ingles), el consumo de aceite de coco aumenta los niveles del colesterol LDL, un tipo de colesterol malo y que es un factor importante en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.