Lunes, 11 de noviembre del 2019
Es muy común que los padres u otros adultos (como familiares o profesores) digan mentiras "inocentes" a los pequeños, con el fin de tranquilizarlos o evitar un berrinche. Sin embargo, los expertos indican que hacerlo podría ser perjudicial.
¿Por qué no se debe mentir a los niños?
Los niños a los que les mintió durante su infancia, presentaron más problemas para adaptarse a la vida adulta. Además, era más probable que le mintieran a sus padres conforme iban creciendo, e incluso tenían más probabilidad de desarrollar malas conductas.
Se hicieron investigaciones conforme a dos planteamientos que hicieron a varios niños y estas fueron sus repuestas:
La primera, si sus padres les mentían cuando eran niños en temas como la comida, mala conducta o gastar dinero. Por ejemplo, que les dijeran «hoy no traigo dinero, tendremos que volver otro día» para no comprarles algo que deseaban.
La segunda pregunta es qué tanto les mentían a sus padres siendo ya adultos y cuáles eran las mentiras. Por último, les realizaron un cuestionario que ayudó a conocer aspectos psicológicos, como su tendencia a comportarse de forma egoísta e impulsiva.
Los expertos recomiendan no decirles mentiras a los niños, por más inocentes que parezcan, pues eventualmente se darán cuenta y eso afectará su desarrollo y su percepción hacia los demás.
Las mentiras pueden ser una manera efectiva y rápida para que los pequeños obedezcan, en especial cuando existe una situación que es difícil de explicar. Pero al hacerlo, se les enseña a los niños que las mentiras no son del todo incorrectas, lo que provocará que ellos mientan con más facilidad.