Miércoles, 13 de noviembre del 2019
Una alimentación saludable consiste en ingerir una variedad de alimentos que te brinden los nutrientes que necesitas para mantenerte sana, sentirte bien y tener energía. Estos nutrientes incluyen las proteínas, los carbohidratos, las grasas, el agua, las vitaminas y los minerales.
Comer siempre es un placer, pero como todo lo bueno en la vida puede conducir a la desgracia si los limites se caen a un lado. Hay alimentos que parecen ser inofensivos que solemos ver diario en nuestra dieta o almacén, sin embargo, ingerirlos en exceso puede traer grandes consecuencias para la salud.
Comidas más rutinaria y peligrosa:
Tomates
Sus tallos y hojas contienen glicoalcaloides, un veneno que puede causar problemas graves si tu cuerpo es vulnerable o enfermizo.
Si tienes suerte e ingeriste sólo una pequeña porción, lo más que tendrás será malestar estomacal, calambres y sensación de ansiedad. Harían falta de 8 a 15 tallos, pero más vale que prevengas el contacto, en especial si planeas meter los tomates en la licuadora.
Cerezas
Sus semillas producen cianuro de hidrógeno (ácido prúsico), en resumidas cuentas: un veneno muy potente.
Al igual que en el caso de los tomates, se requiere que prácticamente te acabes como mínimo una bolsa pequeña, en cualquier caso, nunca se te ocurra colocarlas enteras en un postre, y por supuesto no las licues sin haberles retirado la semilla.
Miel no pasteurizada
La miel en su forma natural puede contener grayanotoxinas, las cuales provocan efectos secundarios como mareos, debilidad y vómitos. En bebés, niños, o personas con sistema digestivo muy vulnerable, pueden ser mortales.
Ciruela
No es la fruta, sino sus semillas. Éstas contienen compuestos cianogénicos, las cuales pueden ser producidas por el cuerpo para producir y dispersar cianuro.