Martes, 26 de noviembre del 2019
Los dispositivos electrónicos son cada vez más omnipresentes: los usamos para todo sin saber si pueden tener efectos negativos para la salud de nosotros o de quienes amamos. Este desconocimiento puede poner en peligro a los más pequeños de la casa. Los infantes que pasan más de una hora al día frente a cualquier tipo de pantalla son propensos a producir poca materia blanca en el cerebro.
Un estudio realizado recluto a 47 pequeños de entre 3 y 5 años, a los cuales se les practicaron resonancias magnéticas con tensores de difusión. Además, como punto de partida, se les solicitó a los padres sobre el hábito que tienen sus hijos respecto a dispositivos como la televisión, los celulares, tablets y otros más.
Para complementar la investigación, se recurrió a la prueba Screen Q. Este cuestionario implementado por la Academia Estadounidense de Pediatría para determinar si las familias cumplen con los lineamientos recomendados respecto a la interacción con estos dispositivos.
Las familias que obtenían una puntuación de cero fueron las que cumplían con los lineamientos de forma adecuada, como mostrar pantallas a los infantes hasta después de los 18 meses. Los que alcanzaron algún puntaje diferente habrían expuesto a los niños a un dispositivo antes del primer año de nacido.
Los efectos en el cerebro de los pequeños
Los niños que interactúan con las pantallas durante periodos superiores a una hora presentaban un nivel de mielinización muy bajo. La mielina es la sustancia adiposa que cubre a las neuronas y sus conexiones, siendo su principal función la de desarrollar eficazmente la velocidad y señal de las células nerviosas.
Lo alarmante es que la poca producción de mielina -que también se encarga de darle su color característico a la materia blanca provoca afectaciones en habilidades motoras como el habla, la lectura, el procesamiento del pensamiento y la retención de información.