Viernes, 24 de abril del 2020
Hoy en día vivimos en una sociedad donde sentirse mal o no estar bien, no es muy aceptado. Cuando ves a una persona llorando lo primero que decimos es “ya no llores” no te sientas mal “todo estará bien”. Claro lo hacemos y lo decimos por querer a toda costa que esa persona se sienta bien y que lo este, sin embargo, cuando pasamos por momentos difíciles, no somos capaces de expresar nuestras emociones, pues es un sentimiento reflejado a esa necesidad que no hemos sido capaces de cumplir.
Expresar una tristeza, enojo u otra emoción del cuerpo, es una forma de expresar el dolor de una forma sana de lo contrario las emociones se guardan y nos enferman si no las sacamos.
Somos seres humanos y no podemos sentirnos todo el tiempo bien, somos emocionales, nos suceden situaciones difíciles en la vida y por mas trabajado, en consciencia y leído que estés, las circunstancias te pueden llegar afectar a tu salud. La diferencia es como responder hacia ellas, sin evadir el dolor, siempre habrá momentos en los que no sabrás para donde ni como enfrentarlo.
Lo importante es saber reconocer que somo vulnerables y dejar de pelearte con todas tus emociones, esas que nos incomodan y no queremos sentir bajo ninguna circunstancia. Aceptarlas y abrazarlas harán que se vayan mas fácil.
“Lo que no dejas ir, lo cargas. Lo que cargas, te pesa. Lo que te pesa, te hunde.” Practicar el arte de soltar las emociones y dejarlas ir, dependerá de ti.
Evita esconder o querer tapar esas emociones con medicinas, alcohol, drogas, comida, etc. Y date el permiso de sentirlas de vez en cuando. Sin quedarte en el papel de victima sino desde la responsabilidad y el amor propio.
¿Cómo enfrentarlo?
El objetivo es que esas emociones no se estanquen en ti y las liberes. Siéntelas, abrázalas y déjalas ir.