Lunes, 4 de mayo del 2020
Durante el confinamiento, es muy habitual que los más pequeños de la casa dejen sus juguetes o útiles escolares por toda la casa. Sin embargo, los padres juegan un papel primordial en sus hábitos.
Los niños no nacen desordenas como lo podemos a llegar a pensar, sino que aprenden a serlo por las pautas y conductas que los padres tienen hacia ellos.
Por ejemplo: Puede ser que hayan aprendido que si no recogen sus juguetes no pasa nada porque les digas cuatro veces que, por favor, los recojan, saben que al cabo de una hora, si no han obedecido, ella los recogerá por pura desesperación. De lo que hagan los padres, dependerá lo que hagan los niños.
Estos son algunos consejos para conseguirlo:
1. CREAR UNA LISTA DE ORDEN A SEGUIR:
Es importante que las reglas estén lo más ajustadas a la realidad y que no sean demasiadas estrictas. Una buena idea es que las normas se elaboren entre padres e hijos, de manera consensuada y haciendo hincapié en la explicación de por qué son importantes.
2. UTILIZAR UN SISTEMA DE FICHAS:
Se trata de dar unas fichas a los niños, que por cada norma que ellos cumplan, estas fichas podrán canjearlas por algo que ellos quieran hacer, por ejemplo: jugar videojuegos, salir a jugar, ver su película favorita, etc. De lo contrario si no tienen esas fichas de intercambio por no haber cumplido sus deberes, tendrán ciertas consecuencias de no hacerlo.
De esta manera, existe una motivación en los más pequeños para comenzar a poner orden.
3. RECONOCER SUS LOGROS:
Los reforzadores como los videojuegos, series o dulces cumplen su función, sin embargo, lo más relevante será la atención y el reconocimiento por parte de sus padres. Así que debemos expresarles las cosas que hacen bien y mostrar nuestro orgullo por ello.
4. HACERLO DE MANERA DIVERTIDA:
Podrás plantearlo como un juego de orden, la tarea será mucho más atractiva.
5. IR RETIRANDO POCO A POCO LOS REFORZADORES
A medida que el niño va aprendiendo a ordenar por sí mismo, es necesario ir retirando de manera gradual los reforzadores para que la conducta pueda darse sin necesidad de acudir a estos sistemas de fichas, y salga de manera natural y espontánea. A modo que, los reforzadores que antes eran diarios pueden pasar, progresivamente, a ser semanales, después mensuales, y así hasta que vayan desapareciendo.
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