Martes, 16 de julio del 2019
Si tienes un plan de cuanto vas a gastar y tratas de seguirlo lo mejor posible, ya estarás del otro lado. Considera que existen gastos ineludibles y otros que podrías ahorrarte. Pagar las deudas de una tarjeta de crédito, tu renta o servicios son gastos que no puedes ignorar, pero por el contrario puedes ahorrarte unos pesos si en vez de dos te limitas a una sola cuenta de streaming o en lugar de ir cada semana al cine, solo vas una vez a la quincena.
Siempre contempla en tu presupuesto que 25 % de tu salario irá a una cuenta de ahorro, ya que si desde un inicio lo tienes previsto, te será más fácil destinar esa cantidad de dinero. Incluso existen apps que te ayudan a realizar ese guardadito automáticamente.
Ya vimos que hay gastos que no puedes evitar, como los servicios de Internet y telefonía, pero no quiere decir que no puedes ahorrar con ellos, puede que si te das el tiempo de buscar encuentres el mismo servicio a un mejor precio con otra compañía. No te cases con una empresa, si encuentras una que te de mejores cosas por menos dinero, cámbiate de inmediato. Tu bolsillo te lo agradecerá.
Si tu tarjeta de crédito tiene una línea de 30 mil pesos, no quiere decir que tengas que cubrir esa cantidad. Muchas veces creamos la ilusión que si sacamos una computadora a 18 meses y pagamos sólo por ella mil pesos mensuales estamos ahorrando, y esta sensación provoca que se nos haga fácil seguir sacando cosas porque «pagamos poquito». A veces nos damos cuenta de que el pago acumulado es gigante cuando ya es demasiado tarde.
No hay nada peor que pagar intereses por descuido, mantente al pendiente acerca de tus fechas de corte y de los días límite para pagar de tus tarjetas de crédito para que no tengas que pagar de más.
No decimos que no te des tus gustitos, pero cuida que no atenten contra tu ahorro.
Mucho ojo, en ocasiones ya sea por errores humanos o de sistemas se hacen cargos dobles o de productos que no compraste, es tú deber mantener vigiladas tus cuentas y de encontrar alguna anomalía, reportarlas a tu banco para que se encarguen de aclarar la situación. Existen varias aplicaciones que te avisan cada vez que se realiza un cargo a tu tarjeta.
Ojos que no ven, corazón que no siente. Este dicho nunca estuvo mejor aplicado como ahora, ya que al no ver «físicamente» el gasto que estás haciendo, se te puede pasar la mano y a fin de mes te llegará una cuenta tan grande que lamentaras haberte ido en Uber a tu trabajo diariamente.
Si ves algo que te guste en una tienda en línea y no es absolutamente necesario, guárdalo como tu favorito, la mayoría de las tiendas en línea te da la opción de monitorear su precio y te avisa cuando ese producto tenga algún descuento.