Lunes, 29 de julio del 2019
El uso en las tecnologías en el mundo moderno es excesivo, realizando incluso varias tareas a la vez. Esto no es bueno porque nuestro cerebro no está diseñado para esto y nos frustramos sin razón. En vez de ser más efectivos nos va peor en lo que realizamos. En verano podemos esta un poco más tiempo alejados de ella.
El lóbulo frontal del cerebro que tiene que ver con el razonamiento y el planeamiento funciona cuando está relajado, pero no cuando está activo en exceso. En el verano, cuando nos tranquilizamos el lóbulo está mucho mejor. Cuando no está ocupado realizando tareas, el cerebro puede concentrarse en unir datos, formular ideas y analizar.
Aunque un poco de estrés puede hacerte activo, cuando es demasiado y por tiempo prolongado es malo para la salud. Si estamos muy estresados, es malo para las células en el hipocampo, mientras que cuando nos relajamos estamos bajo control.
Nuestro cuerpo está compuesto en su mayor parte por agua, por lo que es un elemento muy importante. Ayuda además a la creación de neurotransmisores, como la serotonina y la melatonina.
En el verano hace demasiado calor, y las porciones de comida determinan cómo te sientas. En la mayoría de los casos las porciones se hacen pequeñas y esto mejora tu salud. Además, se comen más frutas que son muy buenas para nuestro organismo.
Realizar actividades al aire libre genera vitamina D, la cual es buena para el cerebro, y además aprovechamos la naturaleza a la cual siempre dejamos de lado.