Lunes, 3 de agosto del 2015
1. Usa menos shampoo
Sobre lavar el pelo es el hábito de muchas y no es necesario. Si lo lavas todos los días, sigue haciéndolo. La frecuencia de lavado es algo absolutamente personal. Pero ojo, no es necesario usar grandes cantidades de shampoo y restregarlo todo el tiempo. Esto elimina los lípidos que le dan brillo al pelo y que previenen que se quiebre. Usa una pequeña cantidad de shampoo, equivalente a una nuez y aplícalo masajeando suavemente únicamente en el cuero cabelludo. Para que te brille, es importante enjuagar muy bien para remover todo el shampoo, así que tómate un minuto para hacerlo y trata que sea con agua fría o por lo menos tibia.
2. Cuídalo cuando este mojado
Es cuando más frágil está, por eso es importante que no lo frotes fuertemente con la toalla. De hecho hay toallas que son muy suaves para el pelo. Lo mejor es desenredar en la regadera con un peine de cerdas anchas y hazlo una vez que tengas tu tratamiento acondicionador para que el producto se distribuya en todo el pelo.
3. Bájale al calor
La opacidad, resequedad y frizz se deben en gran medida a la temperatura de la secadora y las tenazas. Ya hay secadoras que logran un secado rápido y que están diseñadas especialmente para no dañar el pelo.
4. Cuida tu color
Evita shampoos que en sus etiquetas tengan en sus primeros 5 ingredientes alcohol. Esto quiere decir que reseca, deshidrata y desgasta el color. Busca productos libres de sulfato.
5. Filtra el agua
Evita que tu pelo se reseque con el cloro y suciedad del agua. Lo más fácil es colocar un filtro de regadera y te estarás lavando el pelo con agua purificada y de paso también proteges tu piel.
6. Fortalécelo todos los días
La mejor manera es comiendo para tu pelo e incluso tomar suplementos para que crezca fuerte y esté brillante todo el tiempo.