Martes, 21 de junio del 2016
1. Protégelas del ambiente
Usa crema para manos y cutículas con activos humectantes, como el karité el aceite de aguacate o el sésamo. Para hidratación intensa, antes de dormir calienta una crema humectante para manos en el microondas por 30 segundos (asegúrate de que no quede demasiado caliente). Date un masaje en las manos con la crema por cinco minutos. ¡Que no se te olviden las cutículas! Ponte unos guantes de tela o unos calcetines en las manos y vete a dormir. Al día siguiente, lávate las manos y vas a ver que tus manos van a estar súper hidratadas.
2. Evita resecarlas
Los jabones, detergentes antibacteriales y geles de alcohol hacen que pierdas humedad. Después de cada lavada, aplica una crema de manos. Es importante también que si lavas trastes o usas algún tipo de detergente o jabón muy fuerte, te pongas guantes para evitar que resequen mucho tus manos.
3. Descansa el uso del esmalte
Demasiadas capas de color, sea gelish o esmalte, evitan que “respiren”. Déjalas una semana al natural entre pintada y pintada. Además, el gelish aunque sea una maravilla puede dañar la superficie de la uña, dejándola débil. Además de que no respiran, tus uñas también se pueden manchar si están pintadas mucho tiempo.
4. Usa bien los productos
Pintarte las uñas sin usar bases de tratamiento despintarlas con mucha acetona, daña su color natural y les quita fuerza. Antes de pintártelas, utiliza una base humectante. Así dejas que haya algo entre el esmalte y tu uña. Es malo arrancarte el esmalte cuando se empieza a caer. Quítatelo bien con acetona porque hay algunas que hasta te ayudan a cuidarlas.
5. Ve al dermatólogo
Si los daños son más graves, lo mejor es ir con un especialista. Él te va a decir que hacer y probablemente te va a dar mejores consejos de los que te dan en el salón de belleza. Ni te molestes en comer gelatina, no hay evidencia científica que compruebe que su consumo es benéfico para su salud. Lo que sí puedes hacer es buscar unas vitaminas específicamente para las uñas.