Viernes, 5 de enero del 2018
Del coco se obtiene una extensa gama de productos invaluables. Si se trata del mundo culinario, no terminaría nunca de enumerar los múltiples usos inesperados del coco, el cual tiene un aroma irresistible y único.
El agua de coco es inminentemente refrescante. La pulpa o carne del coco es deliciosa y aromática y puedes consumirla fresca o deshidratada. Su uso se extiende a la repostería, pastelería y heladería. De ella se derivan la leche de coco, la crema de coco y el famoso aceite de coco.
En el ámbito de la belleza: el aceite de coco se conoce por sus excelentes propiedades para hidratar y suavizar la piel, preferiblemente si se usa en la piel húmeda. Humecta labios resecos y resquebrajados, para masajear y suavizar los pies cansados y maltratados (sumérgelos en agua tibia con un chorrito de aceite de coco).
El aceite de coco es también útil para el cabello: coloca un poquito en la palma de tus manos y úntalo en las puntas resecas, frotando cuidadosamente.
El coco es tan versátil que hasta podemos sacarle provecho en el mundo del arte. Por ejemplo, podemos utilizar la concha de la semilla del coco ya que es dura y sirve para crear objetos de artesanía. Así que se puede decir que somos afortunados los que tenemos el placer de degustarlo en un rico platillo, postre o bebida, y los que podemos aprovecharlo en otros ámbitos de la vida.
Y tú, ¿cómo usas el coco?