Viernes, 1 de junio del 2018
El aceite de palma es un aceite de origen vegetal que se obtiene del fruto de una especie de palma muy fructífera originaria de África que crece rápidamente y que puede llegar a alcanzar más de 100 años y los 40 metros de altura. Los frutos de esta palma, parecidos a la almendra, permanecen agrupados en drupas recubiertas por un tejido ceroso pero es de la pulpa prensada de la que se obtiene el aceite.
Este híbrido entre grasa y aceite está compuesto por ácido oleíco, ácidos grasos monoinsaturados y, sobre todo, ácidos grasos saturados, principalmente ácido palmítico y ácido esteárico, que son los que se han convertido en el principal reclamo de la industria y la razón por lo que, junto al aceite de soja, el aceite de palma se ha convertido en el aceite más empleado del mundo en la alimentación, así como en la industria cosmética, la de la limpieza o la decoración. Sin embargo, esto no significa que sea la opción más saludable, sino más bien todo lo contrario además de la agresividad que su cultivo supone para el medio ambiente.