Miércoles, 6 de junio del 2018
¿POR QUÉ PROVOCA TANTAS ALERGIAS E INTOLERANCIAS?
La leche contiene aproximadamente más de un 80% de agua, 3,4% de proteínas, 3,7% de grasas, menos del 1% de minerales y el resto es suero. Su proteína principal, llamada caseína, es de difícil digestión para las enzimas del estómago y pasa al intestino delgado parcialmente digerida o fragmentada. Estas enzimas encargadas de digerir las proteínas de la leche se dejan de fabricar progresivamente con la edad, incluso algunos niños carecen de ella. Cuando los fragmentos grandes no digeridos pasan a nuestro organismo, nuestro sistema inmune se defiende por considerar extrañas y dañinas sus proteínas y, con el tiempo, debilitan nuestras defensas haciéndonos más vulnerables a enfermedades.
Una de ellas es la diabetes. Se ha observado una relación directa entre el consumo de lácteos y sus proteínas con el incremento de la diabetes, sobre todo juvenil.
Por otro lado está la lactosa, que es difícil de digerir porque gran parte de la población carece de la enzima lactasa parece ser que más del 50% de los españoles que se sintetiza durante la infancia de los mamíferos. Su acción consiste en transformar la lactosa azúcar presente en la leche en glucosa y galactosa. Esta carencia es una consecuencia natural de la edad: los pequeños la tienen para asimilar la leche materna, pero empieza a perderse cuando se ingieren otros alimentos. El problema no acaba aquí, hoy muchos niños presentan intolerancia desde edades muy tempranas. Lo óptimo sería consumir leche de animales de crianza ecológica.
El consumo de leche de cabra, por su parte, se ha incrementado debido a la intolerancia anterior; además, su perfil de proteínas se asemeja más al humano y su leche es de digestión más fácil.
Las dos principales causas de la mala digestión de la leche son: la deficiente producción de la lactasa que digiere la lactosa o azúcar de la leche y de la quimosina, la enzima que digiere sus proteínas.
Se dice que la quimosina deja de ser producida por el organismo a los tres años edad; sin embargo, debemos decir que eso no ocurre siempre en todas las personas porque, si bien todos los organismos son iguales en su constitución anatómica, no lo son en su condición funcional. Cada organismo tiene sus propias particularidades de funcionamiento.
Además, la quimosina no deja de ser producida en todas las personas por el organismo en los primeros años de vida pues muchas veces ocurre años después y no en todos desaparece en su totalidad. Es decir, no es una manifestación fija del organismo en todas las personas, por lo que este tema de la lactosa y de la quimosina requiere de muchas más investigaciones.