Miércoles, 27 de junio del 2018
1- Toma agua
En esos momentos en los que tengas un ataque de hambre repentino, antes que nada, toma agua. Esto hará que tengas la sensación de saciedad, ya sabes que la tentación aparece primero en la mente. Y cuando bebas, es importante que pienses en lo saludable que es hacerlo y lo bella que te sientes con esos kilos menos. Esto es parte de cambiar el modo de pensar para vivir una vida más sana.
2- Limpia la alacena y la heladera
Es importante que no haya nada cerca de ti que pueda tentarte. Por eso, cuando comiences tu dieta, limpia tu heladera y alacena de productos con muchas calorías. Esto tiene que ver con un cambio de hábitos, y es clave que no tengas acceso a esos alimentos que obstaculizan la dieta: si no los ves, no piensas en ellos.
3- Ejercítate
Focaliza tu atención en hacer actividades que no tengan que ver con la comida, por ejemplo, el ejercicio físico. No tienes que encerrarte en un gimnasio, solo basta con incorporar una rutina de movimientos a tu día, como abdominales o levantamiento de pesas. Eso, además de mantener tu mente ocupada, hará que tu figura se estilice y afirme, dándote un poco de motivación extra para no romper la dieta.
4- ¡5 minutos!
Si, por accidente, viste un alimento que provocó la tentación, ¡espera 5 minutos! ¿De qué se trata? Pues de apaciguar el hambre y controlar la ansiedad. Cuando te tientes, puedes colocar el cronómetro y esperar a que suene la alarma para comerlo. Verás que lo ingieres más tranquila, lo disfrutas mucho más, y sin excederte en la porción.
5- Planifica tu fin de semana
Estos días son los más difíciles de pasar, por eso, planifica una serie de actividades que te mantengan alejada de las calorías. Por ejemplo, día de belleza. Organiza tus días para hacerte un manicure, spa de pies, depilación, mascarillas en el rostro, y todas esas actividades que te hacen sentir bien contigo misma. Al terminar, te sentirás más linda y eso ayuda a evitar caer en la tentación, además de mantenerte pensando en otra cosa.
6- Ser amigable con las frutas
Siempre ten una fruta a mano así, en esos momentos difíciles, puedes comerla y aliviarte. Una manzana, una banana, una naranja. Elige tu favorita y llévala contigo en un contenedor para comer como aperitivo, o cuando sientas hambre. Además de ayudarte a mantener una alimentación sana, son muy beneficiosas para el organismo y la piel.
7- Camina todos los días
Caminar nos ayuda a despejarnos, sentirnos bien con nosotras y, si lo haces al aire libre, podrás conectarte con la naturaleza. Procura hacerlo todos los días, respira aire fresco, y piensa en lo bien que te sientes llevando una vida saludable. Poder respetar una dieta requiere de un compromiso de tu parte.
8- Sobre todo recuerda ' el por que' de tu dieta. ¡Tu puedes!