¿Por qué nos reímos cuando nos hacen cosquillas?

Martes, 7 de agosto del 2018

Evidentemente, no lo hacemos porque nos dé gracia, en realidad, hay muchas personas a las que les molesta esta situación. Y aun así, no se puede evitar: reímos sin parar de forma escandalosa.

Al parecer, ya los biólogos evolutivos han llegado a algunas conclusiones al respecto que bien vale la pena conocer.

¿Qué es la cosquilla?

Llamamos cosquilla a una sensación desagradable que se produce cuando nos tocan en algunos puntos sensibles del cuerpo (debajo de los brazos, cerca de la garganta, en la barriga o en la planta de los pies).

Ante cualquier roce, incluyendo las cosquillas, las terminaciones nerviosas localizadas debajo de la capa superior de la piel, o epidermis, envían señales eléctricas al cerebro.

Usando la resonancia magnética, los científicos han determinado que dos áreas del cerebro crean esa sensación de cosquilleo: la corteza somatosensorial, el área responsable del análisis del tacto, y la corteza cingulada anterior, encargada de crear las sensaciones placenteras.

Otro estudio ha demostrado que tanto el hecho de reírse de un chiste como el de reírse mientras nos hacen cosquillas activan un área del cerebro llamada operculo rolandico, que controla los movimientos faciales y las reacciones vocales y emocionales.

¿Entonces por qué nos reímos con las cosquillas?

Los biólogos evolutivos y los neurocientíficos creen que nos reímos cuando nos tocan estas áreas muy sensibles porque se activa el hipotálamo, el área del cerebro que regula la respuesta de lucha o huida y también anticipa las sensaciones dolorosas.

Reírse ante las cosquillas puede ser un mecanismo defensivo del cuerpo. Los estudios sugieren que hemos evolucionado para enviar una señal de sumisión a un agresor que reduzca las situaciones tensas y nos evite salir lastimados. Esto también explicaría por qué nos reímos ante la simple amenaza de que nos hagan cosquillas.

¿Por qué no podemos hacernos cosquillas nosotros mismos?

No podemos hacernos cosquillas nosotros mismos porque el cerebelo, que está en la parte posterior del cerebro, nos avisa sobre lo que estamos a punto de hacer para que el cerebro no pierda tiempo interpretando las señales del cosquilleo.

¿Somos los únicos animales con cosquillas?

No somos los únicos animales que se ríen cuando se les hace cosquillas. Hay dos mamíferos que también lo hacen como nosotros en tal situación: los gorilas y las ratas. En el caso de las ratas, su risa tiene una frecuencia de 50 kHz, la cual no puede ser percibida por el oído humano.

Las madres suelen hacerles cosquillas a sus bebés, que a su vez se divierten. Según los científicos, se trata de una interacción neurológicamente programada que ayuda a crear un vínculo humano entre ambos.

¡Tanto que nos irrita que nos hagan cosquillas al crecer y quién diría que nos resultaban agradables en nuestros primeros años de vida!