Jueves, 4 de octubre del 2018
El menor dolor
No solo es necesario aliviar el dolor físico, sino también el espiritual, que suele ser uno de los más frecuentes al final de la vida. Con este último propósito, si el paciente es creyente, puedes contactar a un miembro de la iglesia. De lo contrario, una persona de confianza también puede ser de gran ayuda.
Resolución de conflictos interpersonales
La mayoría de las personas tiene conflictos pendientes con algún ser querido. En este marco, de acuerdo a la doctora Ira Byock, las palabras más valiosas que el paciente desea escuchar en ese momento son: «te quiero», «gracias», «te perdono» y «perdóname».
Últimos deseos cumplidos
¿Qué es algo que le gustaría hacer en sus últimos días? ¿Ver a sus nietos? ¿Tomar un viaje? Cumple sus deseos en la medida de lo posible.
Repaso de la vida... para que tenga significado
En nuestros últimos momentos, queremos saber que nuestra vida valió la pena; esto se puede ver reflejado en cuánta gente nos aprecia o en el trabajo que hemos realizado por el bien de la sociedad. Recuérdaselo.
Un final dialogado
Habla con la persona sobre la muerte que le gustaría tener y respeta su visión siempre que sea posible. A modo de ejemplo, no le celebres una misa, si no profesaba la religión.
Humanidad
Si la muerte es inminente, puede ser innecesario que el paciente atraviese procedimientos invasivos que lo deshumanicen. Si, por ejemplo, decide rechazar la quimioterapia cuando tiene un estado demasiado avanzado de cáncer, platícalo con el médico.
¿Soledad o compañía?
Puede que quiera estar solo con su conciencia o que prefiera estar rodeado de sus seres queridos. En cualquier caso, su decisión debe respetarse.
En definitiva, para Garfield una «buena muerte» se concreta cuando se tienen todas estas consideraciones.