¿Cuántos minutos de caminata en el día son necesarios para bajar la panza?

Es considerada como uno de los mejores ejercicios para proteger el cuerpo contra enfermedades cardiovasculares, aumentar la capacidad respiratoria, favorecer el buen funcionamiento del intestino, activar el metabolismo y, por supuesto, perder peso.

Una caminata puede ser una excelente aliada para bajar los kilos de la panza: lo importante es sumar esta rutina como parte de tu estilo de vida y contar con buenos hábitos alimenticios. Eso sí, hay algunas «reglas» que deberías obedecer para que la actividad garantice resultados.

Cómo perder la panza con la caminata

¿Cuánto tiempo debo caminar para perder la panza? La pregunta es común y la respuesta, bastante simple: quien desea adelgazar caminando necesita invertir al menos 30 minutos al día en la actividad.

Los estudios explican que caminar rápido por al menos media hora y todos los días ayuda a mantener el Índice de Masa Corporal (IMC) más bajo y la cintura más fina, eliminando así grasas localizadas en la barriga.

Otro factor importante que debe tenerse en cuenta es la velocidad de la caminata. Mantener un ritmo más rápido, que te haga sudar, es esencial para la pérdida de peso. Caminar lentamente hace bien para la salud física y mental, pero no brinda resultados si tu objetivo primordial es bajar de peso.

Mientras realizas estas caminatas vigorosas, debes prestar atención a otros aspectos esenciales, como los movimiento de los brazos según la pisada, contracción del abdomen, buena postura y el mantenimiento de las puntas de los pies siempre levemente elevadas.

Para perder la grasa depositada en la panza con la caminata es crucial mantener la frecuencia en la actividad. Lo ideal es reservar un tiempo todos los días para el ejercicio, pero, si no es posible, caminar de tres a cuatro veces por semana ya se considera una buena periodicidad.

Finalmente, el estiramiento antes y después de la caminata no puede ser ignorado. Eso permite que el ejercicio sea más seguro y eficiente, reduciendo así los riesgos de lesiones y de calambres, además de contribuir a la agilidad del practicante.