Jueves, 27 de diciembre del 2018
Un estudio norteamericano de la Universidad de Stony Brook reveló que los pacientes con sobrepeso tienen un 20 % más de dolores corporales que los que están dentro de los limites del índice de masa corporal. Este porcentaje aumenta en los casos de obesidad mórbida y llega a un 200 %.
El exceso de peso aumenta el número de moléculas llamadas citocinas, que propician los procesos inflamatorios del cuerpo humano.
Además, el tejido graso libera hormonas que colaboran aún más con la inflamación. A partir de esto, hay propensión para desarrollar problemas como hipertensión, artritis y diabetes.
Muchos de ellos se manifiestan de manera dolorosa, estos son los principales.
Además del exceso de peso sobre las articulaciones, el proceso inflamatorio crónico causado por la grasa acumulada perjudica las articulaciones y genera problemas como la artritis.
La dolencia puede aparecer en cualquier lugar del cuerpo, incluso en los que no están estresados por la sobrecarga. Se manifiesta como dolor, hinchazón y rigidez.
Las causas de fibromialgia —dolor generalizado— todavía se desconocen, pero algunas teorías afirman que las personas que lo padecen tienen mayor sensibilidad al dolor, como si el cerebro aumentara los estímulos.
Esta hipersensibilidad también es común en las personas obesas. Unida al proceso inflamatorio y a las tensiones prolongadas, el exceso de peso puede colaborar con el surgimiento de esta enfermedad, como confirma Webmd.
La fascitis plantar es un problema de origen mecánico que se caracteriza por la inflamación del tejido fibroso que envuelve la planta del pie. Es causado por caminar demasiado, el uso de tacones y, por cierto, el exceso de carga en personas obesas.
La neuropatía diabética provoca lesiones en los nervios de todo el cuerpo debido a los elevados niveles de glucosa en la sangre, lo que resulta en dolor constante, ardor y hormigueo.
La obesidad no causa esto directamente. Sin embargo, es un factor de riesgo para la diabetes.
Las personas con obesidad desarrollan resistencia a la acción de la insulina y con el tiempo sobrecargan el páncreas. En consecuencia, surge la intolerancia a la glucosa y la diabetes.
La columna vertebral sostiene el peso el cuerpo y cuando hay exceso surge la dificultad en sostener y distribuir la carga. Esto afecta a la región lumbar y los miembros inferiores, de acuerdo al Instituto de Obesidad.
Debido a la inflamación, la obesidad también causa que los cólicos menstruales sean mas fuertes y dolorosos que de costumbre.
La persona obesa a menudo sufre de hipertensión intracraneal idiopática, una condición beningna en la que hay aumento de la presión del interior del cráneo. La alteración tiene como síntoma principal el dolor de cabeza que puede ser crónico.
Estos pacientes tienen riesgo de presentar cefalea generada por la irradiación de los músculos del cuello.
De todas maneras, aún no hay estudios que demuestren una conexión exacta entre migraña y obesidad. Sin embargo, algunos hábitos en la vida de la persona obesa son factores de riesgo para la migraña, como mantener una mala dieta, permanecer en ayuno por largos periodos de tiempo para adelgazar y usar edulcorantes.
El proceso inflamatorio de la obesidad genera daños que se reparan después de algún tiempo. A veces, esta regeneración resulta en fibrosis, un proceso por el que los tejidos se endurecen y causa dolor.
Para soportar la incomodidad, los pacientes suelen usar antiinflamatorios aunque esto no es del todo recomendable. A pesar de aliviar el dolor, generan efectos colaterales como insuficiencia renal crónica, úlceras y hemorragias en el estómago, empeorando aún más el cuadro.