Viernes, 28 de diciembre del 2018
Si esto es así, entonces ¿por qué estás tan cansada? Esta debe ser la pregunta que más ronda tu cabeza cuando estás trabajando, jugando con tus niños o en alguna reunión de amigas y lo que más quieres es volver a tu casa a dormir una siesta. Por lo menos media hora. No, media no sería suficiente. Una, dos.
En realidad, sabes que si pudieras, te acostarías a las cinco de la tarde para levantarte doce horas después. Sin embargo, por cansada que estés, muchas veces no puedes dormirte. Te digo más: la cantidad de horas que duermas, lamentablemente, no influye en nada en tu cansancio, ¿no es verdad?
Si duermes mucho, pero sigues cansada, si te cuesta razonar o memorizar como lo hacías antes, si tienes dolores que parece que salen de la nada, si te duele muchas veces la cabeza y si todos estos síntomas empeoran después de que te exiges mental o físicamente, puedes estar conviviendo con el síndrome de fatiga crónica.
Según la Mayo Clinic, este es un trastorno complejo, en que el cansancio no puede ser atribuido a una enfermedad. A veces se usa el término encefalomielitis miálgica; el síndrome es el mismo.
Hay dos síntomas importantes del síndrome de fatiga crónica: agrandamiento de los ganglios linfáticos, en el cuello o las axilas, y dolor de garganta. Esto es un signo de que el sistema inmune se está activando para defender a tu cuerpo de alguna causa externa. Si bien en varios casos este puede ser el motivo, en muchos otros la causa es desconocida.
Como explica la respetada clínica, una de las causas de este síndrome puede ser una infección viral. Muchas personas que se recuperaron de este tipo de enfermedades desarrollan el síndrome después. Sin embargo, todavía no se ha encontrado el vínculo.
Otra causa puede ser un sistema inmunitario deteriorado. Sin embargo, para los médicos, no está claro si este deterioro puede ser suficiente para provocar el trastorno.
El síndrome de fatiga crónica también puede tener que ver con desequilibrios hormonales. En este caso, los desequilibrios se producirían en las hormonas segregadas por la hipófisis, el hipotálamo o las glándulas suprarrenales.
No se sabe con seguridad por qué algunas personas están más predispuestas al trastorno que otras. Esta condición es muy difícil de diagnosticar, para los médicos. Las personas no lucen enfermas; puede ser muy difícil ver la fatiga detrás de un paciente. Quizá ellos mismos ni siquiera se den cuenta de su condición y asocien sus síntomas a otros problemas de salud.
Los síntomas del síndrome de fatiga crónica pueden ser iguales a los de otras condiciones, como depresión, falta de sueño, o insomnio, e incluso obesidad. Por eso, es importante no diagnosticarte y hablar con tu médico antes de tomar decisiones para mejorar tu fatiga.
No hay un remedio que a todas las personas con fatiga crónica les sirva de igual manera. Cada caso es único, y quizá necesites adoptar estrategias diferentes para combatirla. Jennie Gough, nutricionista, habló para Women’s Health sobre esto y compartió algunas estrategias para hacer frente a este cansancio constante.
No importa que el sueño no solucione tu cansancio; dormir lo suficiente puede ayudarte a estar más descansada al día siguiente, aunque no haga que la fatiga se vaya completamente. Pero debes hacer todo lo posible por mantener la consistencia, aunque eso implique cancelar o decir que no a salidas nocturnas.
Comienza a agregar más snacks a tu dieta diaria. «Comer cada tres o cuatro horas puede ayudar a reducir los antojos de azúcar, y a prevenir las caídas del azúcar en sangre que estresan a tu cuerpo y te hacen sentir aun más cansada», explica Gough. Mantener una dieta balanceada que funcione para tus necesidades también puede ayudar.
¿Recuerdas que una de las causas de la fatiga crónica es el desequilibrio hormonal? Cuando estás bajo repetidas situaciones de estrés, tu cuerpo segrega cortisol; después de un tiempo, la respuesta de estrés del cuerpo se avería y se segrega mucha más cantidad de esta hormona. Del dicho al hecho hay un gran trecho, pero para comenzar a reducir el estrés puedes intentar algunas terapias: desde técnicas de relajación hasta terapia psicológica, todo puede ayudar.
La Mayo Clinic afirma que, aunque puedas promover varios cambios en tu vida para disminuir el cansancio, consultar al médico es lo más importante. Para prepararte para la consulta, pueden ser útiles estos consejos: