Lunes, 7 de enero del 2019
Y es que el crecimiento de cabellos cada vez más debilitados es consecuencia de diversos factores, entre ellos, la acción de las hormonas.
De acuerdo con Fustinoni, además de las hormonas, la reducción de la queratina, la falta de vitaminas y las agresiones externas, como el uso de químicos y radiación ultravioleta, contribuyen a dejar el pelo más débil y con pérdida de volumen.
Cuando hay un exceso de hormonas en el organismo, como la dihidrotestosterona (DHT), por ejemplo, ellas actúan de forma directa en los folículos capilares y los debilitan, lo que afina el cabello. Esto puede llevar incluso a la alopecia androgenética, conocida popularmente como calvicie.
Fustinoni explica que, en estos casos, el primer paso es investigar los niveles hormonales del cuerpo, analizando en especial la cantidad de DHT presente en el organismo. A partir de ahí, el especialista podrá recetar bloqueadores hormonales para impedir la acción de la dihidrotestosterona en el crecimiento del cabello.
Entre los más comunes están la espironolactona y la finasterida. La espironolactona, conocida por tratar la presión alta y las disfunciones renales, actúa como bloqueadora de la DHT, previniendo que la hormona ya presente en el cuerpo cause la caída del cabello en el futuro.
La finasterida, por su parte, actúa junto con el cuero cabelludo y bloquea la acción de la enzima responsable por transformar la testosterona en DHT, lo que reduce los niveles de la hormona y, en consecuencia, el deterioro y la pérdida de cabello.
Es importante resaltar que los medicamentos deben ser recetados por un médico después de una evaluación completa del cuadro, ya que estos bloqueadores hormonales pueden desencadenar efectos secundarios indeseados.