Jueves, 10 de enero del 2019
Una de las promesas que nos hacemos cada semana es la de “comenzar la dieta”. Sin importar el día de la semana, este es un propósito que llega tan pronto comenzamos a tener problemas para entrar en nuestros pantalones. Y si, ok, ya tenemos la determinación, pero ¡¿y qué sigue?!
Sabemos que dejar de comer puede ser perjudicial en todos nuestros aspectos, por lo que es necesario olvidarnos de un cambio dramático y conocer qué es lo que podemos comer y lo que no (y por qué).
Es hora de decirle adiós a…
El pan: no te preocupes, afortunadamente no tienes que cortar todos los tipos de pan de la dieta, basta con que elimines el blanco para evitar que te sientas inflamada. Este se elimina porque a diferencia de los panes artesanales, este contiene demasiados elementos procesados, por lo que se pierde la fibra, así como las vitaminas y los minerales.
Papitas: estas tienen prácticamente el mismo efecto que el pan blanco. Además, al ser tan pequeñas y fáciles de consumir, la cantidad que necesitamos consumir para saciarnos puede ser muy grande, por lo que esto se puede convertir en una receta para el desastre, ya que se te transformará en grasa acumulada en nuestro cuerpo.
Arroz blanco: tiene el mismo efecto que los dos anteriores, además de que carece de nutrientes y fácilmente se convierte en azúcar dentro de tu cuerpo. Sustituye este alimento por arroz integral o quinoa, ambos favorecen a la digestión, además de que tienen Omega 6 y vitamina C entre sus nutrientes.
Cereal: ¿sabías que es mucho más recomendable consumir una rebana de pizza en el desayuno que un plato de cereal? Esto se debe a la cantidad de azúcar que este contiene. ¡Ah!, y por si eso no fuera suficiente, estos usualmente se encuentran ausentes de fibra y hacen que el hambre regreso a tu cuerpo en menos de dos horas… no, no lo vale.
Palomitas: muchos nutriólogos te recomiendan en ciertas dietas consumir de una a dos tazas de palomitas, pero nosotros te sugerimos que las elimines porque ciertamente pueden hacer que se desvanezca algún antojo que tengas, pero eso no evita que eso sea grasa acumulada porque al igual que las papas, se requiere de una gran cantidad para sentirse satisfecho.
Vía VOGUE