Viernes, 18 de enero del 2019
Pero no es inmutable; puede sufrir fluctuaciones dependiendo de las circunstancias.
Por fortuna, adoptar una serie de hábitos pueden impedir que dichas fluctuaciones sean muy dramáticas y afecten nuestra calidad de vida.
Tu cuerpo es tu templo, representa el hogar en el que habitarás hasta el último día de tu vida. No puedes renunciar a él: te acompañará en tus éxitos y tus fracasos. Por tanto, y si quieres potenciar los primeros y atenuar los segundos, cuidar a tu cuerpo es una de las decisiones más sabias.
De tanto centrarnos en el espejo, muchas veces olvidamos nuestra dimensión más sutil e invisible. Pero deberás cultivarla si tu propósito es vivir en tu mejor versión.
Vía VIX
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