Lunes, 21 de enero del 2019
La idea es poner el rubor en las mejillas usando 3 tonos distintos para darle un efecto similar al del contouring pero luciendo más suave, natural, iluminado y que de la impresión de que no traes nada, sino que así de bella despertaste.
Esta técnica logra afinar tu cara y resaltar los pómulos, para replicar el look necesitas aplicar el rubor en tres tonos distintos, uno más oscuro que cree una sombra y adelgace y defina tus pómulos, otro más claro más claro y que dé color y finalmente un iluminador que haga contraste y le dé brillo y vida a tu rostro.
Fíjate cómo en la parte inferior de las mejillas, casi en diagonal, partiendo desde el centro hacia las orejas se perfila un tomo más oscuro que da sombra y marca tus pómulos, haciendo que tu cara se afine y luzca más delgada.
En la parte media de la mejilla, se aplica del centro hacia afuera, en línea recta y con movimientos circulares, sobre lo redondo del pómulo, el color que te va a dar vida y aspecto lozano, puede ser un rosa o coral, que vienen muy fuerte en el efecto nude.
Por último aplica un iluminador perlado en la parte superior de la mejilla, por debajo del ojo y rodeando hacia la sien con un pincel plano. Eso es todo, difuminando bien entre los tres tonos se logra un efecto de contorneado natural y fresco que te hace lucir impecable.