Martes, 29 de enero del 2019
Esos minutos de contemplación y soledad frente al espejo pueden ser muy preciados. Sea de noche o de día, muchas coincidirán en que es muy placentero en pensar en lo que vas a hacer o lo que hiciste durante el día mientras te aplicas la crema humectante, para luego recordar algún anécdota o desarrollar una nueva teoría al esparcir el sérum por tu frente y mejillas. Pero ¡un momento! ¿Estás segura de que esos productos que estás usando son los adecuados para ti? y, más aun, ¿sabes cuál es tu tipo de piel y qué necesitas para mantenerla tersa y sana?
Si no tienes respuestas para estas dos interrogantes debes considerar comenzar contestando la última, esta te dará la guía para saber qué poner en tu rostro y qué no. Así como al vestir o con las dietas, cada cuerpo es único y lo que le funciona a unas no le funciona a todas. Es momento que ya conozcas esta parte importante de ti y con estos tres pasos podrás definirlo.
Si en las mañanas, al despertarte, notas tu rostro apagado, entonces es muy probable que entres en el grupo de las pieles secas. Por otra parte, si te levantas con mucho brillo, entonces se trata de piel grasa. Asimismo, existe otra variante, se trata de aquellas personas que solo tienen grasa en la zona T, en este caso se trata de una piel mixta. Si no muestras ninguna de estas características, tu piel puede ser normal y no necesita de un tratamiento especial.
Para este paso debes limpiar muy bien tus manos y pasar un dedo por la nariz, luego por las mejillas, después por el centro de la frente y, finalmente por la barbilla. De esta exploración debes tratar de notar tres cosas: Si deja restos de grasa en el dedo (piel de tipo graso), si el dedo se desliza sin problema (piel normal); si presentas algunas desigualdades en la zona T (piel mixta) y si sientes una textura irregular (piel seca).
Puede ocurrir que al aplicar base de maquillaje te encuentres con cierta dificultad para extenderla porque se forman parches o arrastra pequeños trozos de piel, en este caso estaremos ante un caso de piel seca, lo ideal, entonces, es que utilices sérum o crema humectante antes, de esta manera tendrás más facilidad en distribuir uniformemente la base. Por otra parte, puede pasar que el producto no se fije bien y horas después tienes el rostro brilloso, entonces tucara es grasa, si es así, lo recomendable es que optes por una prebase que cierre los poros.
Otras consideraciones que debes tener son los picores y las rojeces, si es que las tienes. Si identificas ambas, probablemente tengas piel sensible. Esto puede ir a la par de las características anteriores, es decir, una persona puede tener una piel seca sensible, por ejemplo.
También están las pieles atópicas o con rosácea. En este caso ya debe ser atendido por un dermatólogo, por lo que no se aconseja que experimentes por tu cuenta porque las consecuencias pueden ser lamentables.
Vía VOGUE