Martes, 5 de febrero del 2019
Normalmente no pensamos demasiado en este electrodoméstico y, sin embargo, es el más importante de la cocina. Ayuda en la preservación de los alimentos y los protege de hongos y bacterias que pueden ser dañinos. Por eso, hay que saber utilizarlo responsablemente. Estos son algunos consejos para mejorar el rendimiento de la heladera y prevenir la contaminación de los alimentos.
Los filtros de aire y de agua deben sustituirse cada 6 meses para garantizar su correcto funcionamiento. Los filtros de agua vienen con aquellos refrigeradores que tienen dispensadores de agua y hielo. Estos eliminan olores, previenen el moho y reducen el sabor a cloro de los cubos de hielo, entre otras funciones. El filtro de aire también sirve para desodorizar, en especial para evitar que algunos alimentos contaminen, con su aroma, el sabor de otros. En el manual de instrucciones de tu refrigerador puedes encontrar las instrucciones para cambiarlos.
Organiza el refrigerador para evitar que los alimentos se contaminen entre sí. La regla principal es separar la carne de la verdura. Pon las carnes de distintos tipos en contenedores separados en la parte más fría del refrigerador. Si tiene congelador, el frío estará cerca de este, es decir, en la parte de arriba. Muchos refrigeradores vienen con un compartimiento especial con este fin. Si la heladera no tiene congelador, el frío quedará en la parte de abajo, simplemente porque el calor tiende a subir. En ese caso, conviene guardar la carne en el compartimiento inferior.
Las verduras deberían ir, entonces, en los estantes o cajones del medio. Organízalas según la resistencia al frío: coloca los vegetales más resistentes al frío en los cajones más cercanos a la parte más helada.
Es recomendable guardar las bebidas y otros alimentos que no se pudran fácilmente en la puerta del refrigerador, que es, por los cambios de temperatura que sufre al abrirse, la parte más sensible al calor. Por ejemplo, mucha gente guarda los huevos allí. Si quieres que duren, esto no es recomendable.
La Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense indica que el refrigerador debería mantenerse a una temperatura igual o menor a 4 ºC. Cuando se conservan a temperatura ambiente, algunos alimentos acumulan bacterias que duplican su población cada 20 minutos. La organización recomienda comprar un termómetro para el refrigerador con el objetivo de controlar su temperatura.
El cierre de goma que rodea la puerta de tu heladera es la parte más importante de ella: sirve para evitar que el calor escape al cerrarla de forma hermética. Como se puede estropear con el uso, es necesario limpiar esta banda de goma regularmente y asegurarse de que funcione bien; en caso de que el cierre esté flojo, es recomendable cambiarlo de inmediato.
¿Has sacado bolas de polvo de debajo del refrigerador? Admítelo ya. La acumulación de polvo puede estarle haciendo muy mal a tu refrigerador y puede estar consumiendo más electricidad, de acuerdo a Eat This, Not That. El condensador debe estar libre de suciedad para poder mantener el frío del electrodoméstico. ¿Quieres disminuir el consumo eléctrico? Comienza a limpiar el condensador cada algunas semanas. Usualmente se encuentra en la parte de abajo o de atrás del refrigerador.
Si eres de las personas que guarda todo en la heladera, detente ya. Sobrecargar el refrigerador puede bloquear el flujo del aire y dificultar que el frío llegue a la comida. No solo la comida tiene riesgo de pudrirse, sino que el refrigerador necesitará más energía (más electricidad y más dinero) para mantener el frío. Mejor deja solo lo que es necesario dentro: lácteos, huevos, carnes, bebidas y algunas verduras.
Te sorprenderá saber que una gran parte de las frutas y las verduras pueden guardarse fuera de la heladera. Las frutas cítricas, el aguacate, el mango y otras frutas tropicales, el melón y la sandía, todas son frutas que pueden sobrevivir perfectamente fuera de la heladera (siempre que no estén cortadas todavía).
También la papa, el camote, el chile, el morrón, la cebolla, todas son verduras que, si están enteras, pueden quedarse fuera del refrigerador. Además, condimentos salados, como los pepinillos, la salsa de soja o la salsa picante no tienen por qué ser enfriados. Incluso la manteca con sal puede quedarse algunos días en la mesada de tu cocina, siempre que la temperatura ambiente sea de 20 ºC o menor. Y ni siquiera hablemos del pan. Si no se supone que sea congelado, guárdalo por favor en la alacena.
Vía VIX