Martes, 12 de febrero del 2019
Seamos sinceras, a nadie le gusta tener brotes de acné y mucho menos que aparezcan de improvisto y durante los momentos menos convenientes. Además de todo, la fórmula para eliminarlos parece ser todo un enigma que puede terminar en un desastre facial. Por esto y más, hemos decidido hacer una guía con todos los pasos necesarios para poder diagnosticar la gravedad del acné, la prevención y el debido tratamiento que se debe de llevar con este tipo de imperfecciones.
1. Considera el tipo de acné que tienes: ¿son botes blancos o rojos?
Los brotes blancos suelen salir, por lo general, cuando no se están desprendiendo efectivamente las células muertas de la piel, se acumulan en la superficie y bloquean los poros originando una acumulación de aceite que resulta en los puntos blancos. Cuando los brotes son rojos, a menudo son causados por hormonas, por ejemplo, el cortisol, una hormona que se inflama cuando estás estresado y causa hinchazón y exceso de grasa. Otra posibilidad es que puedan estar relacionados con tu ciclo menstrual, ya que, en los días previos al período, los niveles de estrógeno caen en picado mientras que la testosterona, la cual aumenta los niveles de sebo, se mantiene estable. Todo ese exceso de aceite puede bloquear los folículos capilares y producir granos profundos y rojos.
2. Comienza con una rutina establecida (y personalizada) de limpieza y humectación
No todo el acné es tan grave para ser tratado con un dermatólogo, puedes ser brotes ocasionales que puedan llegar a desaparecer por completo con una rutina bien establecida. Aplicar un tratamiento con ácido salicílico al 2 por ciento, limpiar el rostro de la forma adecuada, no dejar a un lado la humectación y exfoliar de forma suave, puede ser el tratamiento perfecto. También se pueden aplicar tratamientos focalizados en las primeras etapas del nacimiento del brote. Y por supuesto no olvidar que pueden pasar de seis a ocho semanas antes de que se note un cambio real en la piel.
3. ¿No ha funcionado? Lo mejor es ir con un dermatólogo
Si los brotes continúan después de las ocho semanas, lo mejor es visitar a un dermatólogo, especialmente si al contrario de minimizarse o disminuir, el acné aumenta. Es importante recordar que la cicatrización se puede prevenir si se trata el acné temprano y manteniéndose lejos del sol. El médico puede sugerir productos tópicos más fuertes, además de iniciar a los pacientes en un régimen de limpieza con fórmulas químicas específicas y antiinflamatorios. Por otro lado, también pueden ofrecer algunos remedios de alta tecnología para matar bacterias que causan el acné y parte del enrojecimiento, por lo que previene y trata los brotes. En casos más graves es lo que la causa viene desde adentro, se puede recurrir a algún tipo de medicamento o tratamiento para regular las hormonas, siempre y cuando sea supervisado, ya que ningún producto tópico por sí solo hará una gran diferencia.