Jueves, 21 de febrero del 2019
Una de las premisas de este método consiste en contar con el apoyo de un profesional para encontrar el equilibrio en el consumo de proteínas, carbohidratos, grasas y fibra, y potenciarlo con una buena hidratación. De esta manera, es posible cuidar el peso y el cuerpo.
Para mantener un peso saludable, deberás consumir proteínas magras disponibles en los lácteos bajos en grasas, las legumbres, la pechuga de pollo, el pescado y el tofu.
Te permiten mantener los niveles de energía al máximo y producen un gran efecto de saciedad, por lo que evitarás el hambre entre las comidas. Agrega a tu dieta los granos enteros, las patatas dulces (batatas) y los frijoles para obtener todos los carbohidratos necesarios.
Las grasas altas en ácidos grasos omega 3 y 6 son excelentes para mantener la buena salud del organismo en general y del corazón en particular. Las nueces, las semillas, el aceite de oliva y el aguacate son las fuentes más importantes de gasas saludables.
Gracias a la avena, las frutas, verduras y granos, preservarás la salud intestinal y evitarás el tránsito lento. Además, la fibra disminuye el colesterol y produce saciedad, por lo que te ahorra buena parte de los antojos entre comidas.
El agua no es tu única opción: también tienes al té verde, que es muy rico en antioxidantes. Asimismo, siempre tienes la posibilidad de saborizar el agua con limón, pepino o menta.
Vía VIX