Lunes, 11 de marzo del 2019
Te entendemos. Llegas de la fiesta a la 4 am y lo último que piensas es ir a tu tocador para lavarte la cara. Dices que esta ocasión será la excepción y te duermes con maquillaje pensando que por una noche no ocurrirá nada. Si alguna vez has estado en la situación anterior, entonces debemos advertirte de que, en efecto, deberías estar preocupada. Si por el contrario, eres de las que jamás han utilizado un algodón y un frasco de desmaquillante en su vida, entonces la siguiente lectura podría convertirse en tu más temida historia de terror.
Dejemos atrás todo mito y hablemos claro: por una sola noche en tu vida en la que duermes con maquillaje, es casi un hecho que no vas a sufrir ninguna consecuencia en cuanto a signos de envejecimiento –aunque sí existe la posibilidad padecer un poco de resequedad y/o alergias causadas por los pigmentos en tu piel en días posteriores al evento–, todo siempre y cuando el resto del año, y prácticamente el resto de tu vida, lleves una rutina de belleza estructurada, constante y adecuada para las necesidades de tu piel.
Si aquellos días contados pasan de ser uno o dos al año para convertirse en un par al mes o incluso a la semana, tenemos la mala noticia de que lo más probable es que sufras de arrugas y líneas de expresión a temprana edad, además de otras consecuencias como manchas, acné, resequedad e impurezas, y no hablamos a largo plazo, sino prácticamente de forma instantánea –en el caso de las impurezas– y a mediano plazo –en el caso del envejecimiento prematuro–.
Pero ¿qué es lo que hace tan antagónico al maquillaje durante la noche? Tanto las bases como las máscaras para pestañas, los polvos, las sombras y prácticamente cualquier tipo de maquillaje evita que las células de la piel se regeneren durante la noche y que los poros no respiren, lo que finalmente deriva en una piel reseca y mucho más propensa a padecer envejecimiento prematuro.
Al no lavar tu rostro antes de dormir, promueves que las bacterias del día se acumulen. Imagina toda la suciedad de la calle, el polvo, la contaminación y, por supuesto, el maquillaje reposando en tu rostro durante toda la noche. El efecto es similar al de una mascarilla, pero lejos de otorgar beneficios a tu piel, la perjudica radicalmente.
Ahora piensa en esto; con un solo día de usar un tratamiento hidratante o purificante para el rostro –ya sea casero o profesional– durante 15 a 30 minutos, lo más probable es que puedas notar algún cambio en tu piel ¿cierto? Lo mismo ocurre con dormir maquillada un solo día, aunque la diferencia será que lejos de usar tu "mascarilla dañina" durante 15 o 30 minutos, la usarás durante 5 a 10 horas completas. ¿Aún piensas que con una noche no pasará nada?