Lunes, 11 de marzo del 2019
Que la falta de tiempo no sea una excusa para cuidarte. Si hay voluntad, siempre habrá una manera:
Camina todo lo que puedas...
En vez de tomarte un taxi o un bus, ¡usa tus piernas! Si, por ejemplo, tu trabajo o facultad queda lejos de tu casa e indefectiblemente debes ir en auto, tampoco tienes excusa: estaciona unas cuadras antes y camina. Cuando vuelvas a casa, da un paseo, disfruta del aire libre con tu mascota.
... también cuando hablas por teléfono
Si eres de esas personas que reciben varias llamadas al día, también puedes hacer algo por tu cadera y tus piernas. Aprovecha que tu celular no tiene cable: muévete para una habitación distinta o sube y baja escaleras.
También puedes apoyarte en una pared, bajar con las piernas dobladas hasta quedar casi paralela al suelo. Cuanto más bajes, más trabajarás tus piernas y más grasas estarás quemando.
Date un gusto dulce
¿A quién no le ha pasado de sentir a media mañana o a media tarde un antojo dulce? Para esos momentos, ten a mano una barra de chocolate negro puro (70 % cacao como mínimo). Solo asegúrate de que tenga la menor cantidad de azúcar refinada posible. Las barritas de cereal son ricas pero la gran mayoría contiene niveles altos de azúcares refinados que no son nada saludables.
Transforma tu agua
Beber agua es fundamental para las personas que pasan horas sentadas frente a la computadora. Muchas de ellas ni siquiera consumen agua hasta que no siente muchísima sed. Esto es un error porque para ese punto ya nuestro cuerpo está comenzando un proceso de deshidratación. Entonces, ¡agrégale un poco de sabor al agua común! Anímate a incorporarle unas rodajas de limón o de naranja, algunos frutos rojos, un trozo de canela en rama o un poco de jengibre rallado.
Arma un kit saludable
Puede que ya tengas preparado un necessaire lleno de cosméticos. También te recomendamos que tengas a mano uno con un aceites esenciales, una bolita de masajes, auriculares, una barrita proteica baja en azúcar, y colita de pelo. Tener estos ítems en tu bolsa serán un motivo para dedicarte un momento durante el día y así recuperarte del estrés en la oficina.
Detente un momento y respira
Cuando vemos que el estrés está a punto de tomar nuestro cuerpo y mente por completo debemos detenernos. Frenar lo que estamos haciendo y respirar profundamente. Una y otra vez hasta que la sensación de ansiedad y agitación haya pasado. Este ejercicio aunque sencillo resulta muy efectivo estés donde estés.
Vía vix