Miércoles, 3 de abril del 2019
La realidad la explican entidades médicas especializadas como Mayo Clinic: la bipolaridad es un trastorno psiquiátrico real y potencialmente peligroso. Causa cambios extremos en el estado de ánimo que comprenden altos y bajos emocionales, pero además contemplan serios episodios de pensamientos suicidas, maníacos o depresión oculta.
No hay necesidad de ver a alguien iracundo o llorando frecuentemente para diagnosticarlo con bipolaridad. De acuerdo con los expertos, las causas de este trastorno y sus síntomas son diversos: en general se manifiestan en la juventud y se relacionan con factores genéticos o faltantes en el sistema nervioso (como la escasa producción de serotonina).
Del lado de los síntomas, el diagnóstico puede tardar porque los pacientes no manifiestan cambios de humor repentinos, pero más allá de ellos un indicativo de alerta puede ser cualquiera de estas señales:
El furor es frecuente luego de prolongados episodios de "indiferencia" en el trastorno bipolar. La persona no se mostrará feliz, triste o enojada, pero tendrá impulsos poco usuales: invertir o gastar grandes sumas de dinero, salir por la noche a "hacer nuevos amigos" en un lugar desconocido, conducir a gran velocidad, etc. Cualquier actividad que de la sensación de inusual y/o peligrosa debe ser ampliamente cuestionada por quienes rodean al paciente.
Muy relacionado al factor anterior. Las compras compulsivas están "romantizadas" en los medios de comunicación como un desahogo. Lo son para muchas personas, pero no deben llegar al punto de endeudarlas o dar la sensación "saquear" las tiendas.
Los expertos de Mayo Clinic indican un síntoma derivado en este punto: trastornos alimenticios. Hay casos en los que los afectados acuden a múltiples dulcerías, pastelerías o restaurantes, allí compran grandes cantidades de comida y se proponen a degustarla toda.
Luego de los episodios de furor, los bajos emocionales son inevitables. No porque el paciente no esté llorando significa que está bien. A veces es más frecuente que tenga mucho sueño y no desee interactuar con nadie.
Pueden confundirse con un "momento de reflexión" pero si ocurren con mucha frecuencia o intervienen con la rutina del paciente (como no ir a la escuela o al trabajo) se requiere de la opinión médica.
Los pacientes suelen presentar dificultad para concentrarse o retener recuerdos a corto plazo. Mayo Clinic apunta también a quienes suelen permanecer demasiado distraídos, puede que tras esa faceta no se oculte una persona "torpe" sino una alguien que requiere de ayuda psiquiátrica con urgencia.
Cualquiera que recalque con frecuencia lo "innecesario" que se siente en sus distintos entornos (familia, trabajo, escuela) es potencialmente una persona con trastorno depresivo o bipolar. Las declaraciones tipo "no sirvo para nada" suelen ser tomadas a broma, pero en realidad la mayoría manifiestan un grito de ayuda.
Es indispensable dejar de relegar la salud mental a casos extremos, la terapia y el monitoreo psiquiátrico aún son vistos como tabú. Por ello tantas personas viven a la sombra de sus enfermedades, ya es tiempo de darles la importancia que merecen ¿Conocías sobre estos síntomas para el trastorno bipolar?
Vía VIX