Lunes, 6 de mayo del 2019
Así como lo lees, el secreto para tener una vida más saludable, prevenir enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer, es agregando diversidad de colores a tu plato, o sea, tener una dieta rica en frutas y verduras.
La Sociedad Americana contra el Cáncer recomienda consumir, como mínimo, 2 tazas y media de frutas y verduras por día. Para obtener lo mejor de estos nutrientes, lo mejor es hacer un arcoíris con cada plato.
Aquí te explicamos por qué:
¿Has escuchado que cada color de las diferentes frutas y verduras que existen, tienen diferentes beneficios para tu salud?, pues bueno esto es porque cada color indica que tienen diferentes fitonutrientes ( son los compuestos que les dan color y fortalecen el sistema inmune de la planta y, por lo tanto, hacen una función parecida en nuestros cuerpos).
Cada color provee diferentes nutrientes y ningún color es superior a otro, por eso es que se recomienda tanto el balance. Tanto comer la cáscara más llamativa (usualmente más rica en fitonutrientes) como la pulpa más pálida de los vegetales es importante para una alimentación sana.
ROJO:
Lo encontramos en frutas y verduras como la fresa, frambuesa, tomate, cereza, manzana, sandía, uva tinta, cebolla morada, entre otras.
Este color se debe a que hay mucho carotenoide licopeno, un gran componente que nos ayuda a prevenirnos de enfermedades relacionadas con el deterioro cerebral de la edad, como el alzhéimer. También nos protege del varios tipos de cáncer, enfermedades del corazón, de los pulmones y a demás nos ayuda a protegernos del sol y mejora la vista.
NARANJA Y AMARILLO:
Este color lo encontramos en la zanahoria, piña, morrón amarillo, naranja, ananá, mandarina, mango, calabaza, damasco, durazno, melón, maíz, y muchas más.
Las frutas y verduras con estos colores, contienen el beta-caroteno, que es un antioxidante que a demás de darles color, ayuda a la comunicación intracelular, a prevenir ataques cardiacos y algunos tipos de cáncer, también contribuye a la salud de la piel, los pulmones, los ojos.
VERDE:
De seguro es de los colores que más comemos, y lo encontramos en muchísimas frutas y verduras como espinaca, aguacate, espárrago, alcachofa, brócoli, brotes de alfalfa, kale, repollo, coles de Bruselas, kiwi e incluso hierbas como la menta, el romero, la salvia, el tomillo y la albahaca... ¡También el té verde tiene estas propiedades!
Estos alimentos son ricos en químicos anticancerígenos como sulforafano, isocianato e indoles, que inhiben la acción de los componentes que provocan cáncer.
AZUL Y MORADO:
Los delicioses arándanos, las moras, la uva Concord, pasas de uva, berenjena, ciruela (y pasas de ciruela), higo, lavanda y repollo morado son parte de éste grupo (Algunos de estos vegetales, como la ciruela y la berenjena, concentran las antocianinas en la cáscara.).
Los integrantes de éste grupo, contienen poderosos antioxidantes, llamados antocianinas, que se cree retrasan el envejecimiento celular y protegen el corazón al prevenir la formación de coágulos de sangre.
BLANCO Y MARRÓN:
Y por último perono menos importante, ¡el blanco y marrón!, los podemos encontrar en la cebolla, papa, coliflor, ajo, puerro, jícama, rábano daikon, champiñones.
La familia de las cebollas contiene alicina, un compuesto que previene el desarrollo de tumores. Otros alimentos en este grupo tienen flavonoides como la quercetina y el kaempferol.