Viernes, 9 de agosto del 2019
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1. Tocar constantemente tu cara:
Si tocas frecuentemente tu rostro, sólo lo ensucias una y otra vez, ya que esparces la grasa y las bacterias sin quitarla por completo. Lo mejor, es crear una rutina de limpieza facial que logre quitar la suciedad.
Implementa una doble limpieza facial la cual se crea a través de un limpiador de aceite y uno de gel (o agua micelar).
Si tus niveles de estrés aumentan, se inflaman las células cutáneas y la producción de sebo aumenta por lo que es muy probable que el acné se haga presente. Además, al estresarte disminuye el ácido hialurónico y el colágeno por lo que tu piel probablemente se verá más seca y será propensa a tener más arrugas.
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3. Aabusar del azúcar y grasas:
Nuestra eterna adicción, pero lo único que haces es tapar tus poros y no dejar que la piel se libere de toxina. Además, al aumentar el consumo de azúcar, los niveles de vitamina C bajan por lo que es probable que aparezcan arrugas más pronto de lo que piensas.
Deshacerte de las células muertas es el mejor antienvejecimiento, además, es una excelente manera de combatir las manchas en la piel y a que tu rostro pueda absorber de mejor manera los otros productos de belleza de tu rutina. Si no lo haces, tus poros se taparán y el paño es probable que aparezca.
El consumo de cigarro puede hacer que tu piel luzca grisasea y que no reciba los nutrientes necesarios para regenerarse. ¡Es un vicio que NUNCA debes hacerle a la piel!.
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6. No aplicar bloqueador:
Esta es una de las cosas que NUNCA debes hacerle a tu piel ya que la dejas desprotegida y expuesta a los rayos UV, por lo que las posibilidades cáncer cutáneo aumentan. Otro de los riesgos es el envejecimiento prematuro, los fuegos labiales y las quemaduras de piel.