Lunes, 21 de octubre del 2019
Se saben los diálogos, canciones e incluso los movimientos de los personajes. No importa si ya la vio 20 veces, ellos lo disfrutan igual.
¿Qué hay detrás de la obsesión por la repetición?
Muchos científicos han tratado de explicarlo. Evidentemente existe una estimulación sensorial a través de las coloridas imágenes, la música, y el movimiento de los dibujos animados. Todo eso es muy atractivo para el cerebro de los niños, pero va más allá.
Se ha descubierto que los niños integran en su cerebro las historias que ven una y otra vez como una especie de patrón. Sí, igualito que las computadoras. Son cadenas de significado que se van descifrando cada vez mejor mediante la repetición.
El cerebro de los niños usa la reiteración como método para aprender y consolidar la información de su entorno. No es extraño, entonces, que pidan ver la misma película, la misma canción o el mismo libro una y otra vez, y otra vez, y otra vez.
A medida que va integrando ese patrón en su código cerebral, el pequeño logra afianzar mejor su lenguaje, descubre más palabras, comprende mejor los argumentos y desmenuza cada vez más detalles.
Y aquí lo más importante, cada vez que encuentran “algo nuevo”, consiguen satisfacción personal, se sienten felices.
¿Ahora entiendes por qué la disfrutan tanto?
LA REPETICIÓN LES BRINDA CONFIANZA
Los niños necesitan organizar su mundo para descubrirlo. Es por ello que la creación de hábitos y rutinas es tan importante para ellos. Cuando logran ese orden se sienten seguros, refuerzan lo aprendido y eso les relaja.
Ver o escuchar lo mismo por enésima vez (película, cuento, historia, música, etc.) hace que nuestros hijos sientan que tienen su entorno bajo control. No hay información contradictoria, no hay sorpresas, solo placer.
Técnica de aprendizaje básica
Esto es algo que los animadores infantiles saben de forma empírica desde siempre. Magos, payasos y actores para niños usan frases y canciones que los niños dominan porque saben que a ellos les encanta gritar cosas conocidas.
Aprenderse la canción de entrada de Dora, la exploradora, repetir los diálogos de Elsa y Ana, decir qué pasa en la escena siguiente es un verdadero éxito para el niño y le encanta regodearse con él.
Como adultos es probable que esas conductas nos desesperen. Sin embargo, ellos lo necesitan. Lo hacen de forma natural y lúdica, pero si lo piensas bien, esta técnica de aprendizaje es de las más básicas. Es la misma que usan en las escuelas clásicas para memorizar las tablas (repitiéndolas hasta el cansancio).
Ahora ya lo sabes, cada vez que tu niño pide que le pongas otra vez su programa o película favorita, lo ayudas a entender el mundo y a sentirse seguro.