Miércoles, 23 de octubre del 2019
El dengue se encuentra en donde se encuentren los 3 factores: el vector, el virus y un huésped susceptible (persona que no se ha enfermado por ese tipo viral).
El dengue, al igual que la fiebre chikungunya y zika, se transmite a través de la picadura de los mosquitos hembras pertenecientes a las especies Aedes, particularmente A. aegypti y A. albopictus infectados.
SÍNTOMAS:
Los síntomas suelen durar 2 a 7 días, y se caracterizan por fiebre, dolor característico en cabeza (detrás de los ojos), malestar generalizado, dolor en articulaciones, dolor en músculos, enrojecimiento en la piel, náusea, vómito y pérdida del apetito, y en casos graves sangrado por nariz o encías, o moretones en la piel.
DIAGNOSTICO:
Ante un caso sospechoso de dengue, se deben realizar pruebas de sangre, dependiendo de la evolución de la enfermedad:
¿CÓMO PREVENIRLO?
Es posible prevenir el dengue, evitando la reproducción del vector y la exposición a éste.
- Cubrir la piel expuesta con camisas de manga larga, pantalones y sombreros.
- Usar repelente como se indica y reaplicar como se sugiere.
- Dormir en lugares que estén protegidos con mosquiteros.
- Evitar lugares infestados de mosquitos.
- Consultar al médico si se presenta fiebre luego de regresar.
En México ya existe una vacuna en que protege contra el dengue, su uso no cancela las acciones de prevención dirigidas al control de los mosquitos y a evitar la probabilidad de ser picado por uno.
TRATAMIENTO:
No hay cura específica para el dengue.
El tratamiento se dirige al alivio de los síntomas: reposo, abundantes líquidos, paracetamol para el alivio de la fiebre y hospitalización para los casos graves.
No se aconseja la automedicación. Tampoco se aconseja el uso de aspirina debido al riesgo de sangrado y el riesgo de desarrollar Síndrome de Reye en niños menores de 12 años de edad, ni el uso de otros antiinflamatorios no esteroideos (naproxeno, diclofenaco, ketorolaco, etc.).
Fuente: Secretaria de Salud, SSA.