Jueves, 30 de enero del 2020
Llevas toda la vida tomando la misma patente de medicamento, pero descubres que puedes consumir uno genérico que te puede salir menos de la mitad, pues te afirman que es una versión con los mismos componentes y los mismos efectos que el correspondiente de la marca.
Al principio el medicamento lo investigó y desarrolló una farmacéutica, y al patentarlo, solo esta empresa puede venderlo. Pero en medicina las patentes suelen durar menos que en otras industrias. Lo más normal es que duren unos 10 años de media. Pasado ese tiempo, cualquier otra empresa puede crear su propio medicamento usando esa fórmula, creando así los medicamentos genéricos.
Los medicamentos genéricos deben superar ciertas pruebas para comprobar que son igual de eficientes que el correspondiente de marca.
Medicamentos genéricos:
Producen el mismo efecto, pero más baratos, ya que no tienen gastos adicionales como la publicidad y la marca. Sin embargo, se eliminan algunos extras que llevan los medicamentos de marcas.
Medicamentos patentes:
Un producto de patente es más costoso, pues además de lo dicho anteriormente, se pagan los años de investigación de esa farmacéutica que dedico a desarrollarlo.
Estos medicamenten suelen llevar diferentes excipientes que pueden hacer que el medicamento tenga mejor absorción para que su efecto sea mucho más rápido.
Estos pueden incluir un envase más sencillo de abrir, estuches individuales para que cada toma sea mucho más cómoda.
Así que tu podrás decidir qué es lo que le compensa. ¿Con cuál te quedas?