Martes, 14 de abril del 2020
Después de que el famoso ránking de U.S. News & World Report señalara a la dieta mediterránea como la más saludable del mundo, ya tienes una gran ventaja si te planteas perder peso antes de verano. Pero no solo con aceite de oliva, verduras, legumbres y cereales integrales -los 4 pilares básicos- se consigue un peso ideal: ¿sabías que lo que bebes también afecta (y mucho) en el número de calorías que consumes a lo largo del día? No solo eso, muchas veces el tipo de bebidas que se eligen no aportan nutrientes ni ninguna sustancia beneficiosa al organismo y las bautizadas como 'calorías vacías' juegan en tu contra sin que lo sepas a la hora de alcanzar tus objetivos de cara a la operación prebikini.
Para que realices elecciones inteligentes cuando quieras calmar tu sed, descubre cuáles son los líquidos que debes evitar según la ciencia y que no sabotean tus esfuerzos para adelgazar... ni tu rutina de cuidados faciales, porque la piel también se ve a menudo afectada por ellos.
1. Bebidas carbonatadas
Las bebidas con gas de sabores como cola, naranja o limón son algunas de las culpables de que te cueste más adelgazar. Son muy ricas en azúcares y no aportan casi ningún nutriente interesante al organismo. Si no puedes evitarlo y eliges las opciones light, ten cuidado si tienes problemas con la retención de líquidos: "Cero es también el aporte calórico de los refrescos 0, pero si el problema son los gases y la hinchazón, opta por bebidas sin burbujas en su versión light"
Evita las burbujas siempre que puedas y huye del azúcar.
2. Zumos de frutas
Al igual que la opción anterior, los zumos de frutas son muy ricos en azúcares y suman muchas calorías al aporte total diario. Un vaso de jugo de naranja, por ejemplo, puede llegar a contener hasta 10 cucharadas de azúcar, una cantidad superior a la recomendada 825 gramos al día según la Organización Mundial de la Salud). Como consejo profesional de los investigadores, lo mejor es optar por versiones lo más naturales posibles, sin azúcares añadidos y tener cuidado con las cantidades. Y lo mismo pasa con los smoothies, sí, son una forma deliciosa de tomar fruta pero es importante elegir ingredientes ligeros y evitar los vasos XL a la hora de servirte.
3. Café industrial, té helado.
Los azúcares añadidos que suelen contener este tipo de bebidas vuelven a ser el problema que las convierten en enemigas de las dietas saludables. Las opciones caseras de cafetera son mucho mejores si controlas la cantidad de azúcar que sirves a continuación y, si te ves capaz, intenta sustituir las tazas posteriores (si es que las tomas) por té. Por ejemplo, al té verde se le atribuyen muchas ventajas como "efectos protectores y antioxidantes, incluyendo acciones anti-inflamatorias, anti-trombogénicas y acción de disminución de los efectos de los lípidos en los vasos, mejorando a su vez el tono vascular.
4. Alcohol
Podemos caer en la tentación de saltarnos la dieta y abusar de ciertos productos como el alcohol, el azúcar, los refrescos o platos con exceso de grasa. Además de conseguir kilos de más, el pelo se volverá más fino, quebradizo y se caerá más. Como extra, las bebidas espirituosas suprimen las inhibiciones e invitan a comer sin control, contienen muchas calorías vacías, suelen mezclarse con gaseosas y dificultan la digestión.
5. Bebidas energéticas
Es cierto que te dan un subidón cuando el cansancio o el sueño pueden contigo, efecto que suelen conseguir con ingredientes estimulantes y altas dosis de calorías. El azúcar y los edulcorantes artificiales que dan sabor a estas bebidas son también un problema si quieres seguir una alimentación saludable. De nuevo, probar el té (siempre con moderación) como alternativa podría ser una buena forma de despertarte sin boicotear tu dieta.