Martes, 30 de junio del 2020
El aceite de semilla de uva es el único aceite vegetal que penetra hasta la segunda capa de la piel, por lo que es perfecto para nutrirla a profundidad. Sí, el aceite de semilla de uva se asoma cada vez más en la cosmética natural por no concentrar grasa, a diferencia de otros, y en tanto, favorece a pieles con acné, puntos negros o sensibles de todas las edades, ya que no obstruye los poros de la piel, ocasionando la salida de puntos negros.
Este aceite se obtiene de la extracción de la presión en frío de las semillas de la uva, siendo una fuente poderosa de antioxidantes para la piel. Su olor es suave, además de delicioso, al extraerlo, presenta una coloración amarilla-verdosa que tiene muchísimos beneficios para las pestañas, líneas de expresión, arrugas, acné o puntos negros, ojeras y cicatrices, así como para reducir los signos del envejecimiento de la piel.
Entre las bondades que se conocen este aceite es que es un poderoso antioxidante, al poseer una cantidad importante de vitamina E, flavanoides y resveratrol, lo que significa también que este aceite evita la acción de los radicales libres para el cuidado de la piel. Otro beneficio está en su propiedad regeneradora. La combinación de ácidos grasos como el omega 6 y el omega 9, ayudan a la síntesis de colágeno y elastina en la piel y, en consecuencia, su regeneración o longevidad.
Al igual que regula o equilibra el exceso de grasa en la piel, por lo que es idóneo aplicarlo en pieles grasas o mixtas que tengan acné, puntos negros o huellas de cicatrices. También le otorga elasticidad, combate las arrugas, las líneas de expresión con aplicar solo unas cuantas gotas de aceite directo, tanto en la zona del contorno de ojos como del cuello.
Sus nutrientes y propiedades también favorecen al crecimiento capilar, por lo que ayuda a que nuestras pestañas crezcan más largas y gruesas.
Se recomienda que si tu piel es seca, uses este aceite dos veces por semana, mientras que si tienes la piel mixta o grasa hazlo una vez por semana.