Viernes, 2 de abril del 2021
The Crown es sin duda una de las series más importantes de la última década, y no sólo porque recrea años de la vida en la realeza británica, sino también en todos los detalles que la producción incluye detrás de esta multipremiada serie. Aspectos tan interesantes como las locaciones, el vestuario y los detalles que la hacen una de las producciones de Netflix más exitosas.
Cabe destacar que esta serie obtuvo múltiples premios en la ceremonia más reciente de los Golden Globes, donde se destacó la actuación de Emma Corrin, quien interpretó a Lady Diana, y Josh O'Connor, actor que da vida al Príncipe Carlos, el hijo de la Reina Isabel ll.
¿UN ESPÍA EN LA RESIDENCIA REAL?
Sin embargo, recientemente se dio a conocer por parte de Martin Childs, diseñador de producción de esta serie, que para poder recrear la residencia de la familia real y que ésta fuera lo más parecida posible la producción tuvo que recurrir a una táctica poco habitual.
El productor al iniciar los planes para esta docuserie basada en la vida de la familia real, se presentó con un gran obstáculo, pues el Palacio de Buckingham no admite que entren cámaras para filmar cualquier tipo de contenido, orden implementada por la misma reina Isabel II y su esposo Felipe.
EL TOUR PÚBLICO, LA SOLUCIÓN
Frente a este primer impedimento, Martin Childs tuvo que planear una nueva táctica para aproximarse lo más posible al palacio y sus interiores, factores que lo acercarían por mucho, a aspectos íntimos de la historia de la familia real, por lo que ideó un gran plan, de hecho. El diseñador y también productor se hizo pasar como turista para conocer el interior de esta residencia, de manera que hizo fila, al igual que cientos de turistas que cada año visitan las instalaciones del Palacio a través de los tours públicos.
Childs se inscribió a uno de ellos después de saber que la familia de la Reina Isabel II no admitiría ningún visitante para la serie de Netflix.