Lunes, 21 de junio del 2021
Parte del fenómeno de Banksy es el no saber quién es y cuándo va a aparecer una nueva obra de arte en el mundo.
A pesar de que nadie sabe quién es, Banksy es uno de los artistas más famosos del mundo en la actualidad y el mundo se vuelve loco cada vez que aparece una obra de graffiti, que además siempre lleva algún tipo de crítica social.
El misterioso artista (que se cree que podría ser un integrante de Massive Attack) se ha vuelto tan popular por varias razones, la primera es que se atreve a hacer cosas que otros ni se imaginan (como un hotel surrealista o una versión como sacada del Upside Down de Disneyland) y la segunda es el hecho de que trabaja bajo la protección de la noche (o eso pensamos) y se las ha arreglado para que, incluso en la era de las redes sociales, nadie tenga una foto de su cara mientras realiza sus obras.
El anonimato le dio a Banksy un punto de interés y sus mensajes lo convierten en una especie de Robin Hood, pero no todos ven el beneficio de que no diga quién es realmente, y parece ser que el anonimato podría afectar de formas negativas, e incluso podría perder las ganancias que sus obras le generan.
De acuerdo con los reportes, un fallo reciente de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea decidió quitarle a Banksy los derechos de marca registrada de dos de obras de arte más y la pérdida de derechos de autor está conectada directamente con el hecho de que su identidad no se conoce.
La oficina dice que el anonimato "le impide poder proteger este arte bajo las leyes de derechos de autor sin identificarse", además de que dice que encontró que el artista también estaba actuando de "mala fe" y que “se apartó de los principios aceptados de comportamientos éticos o prácticas comerciales y comerciales honestas".
¿Es el fin de Banksy como (no) lo conocemos?
En total, Banksy ha perdido los derechos de 4 de sus obras, incluyendo Girl With Umbrella (creada en Londres en 2004) y Radar Rat (que fue creada en Nueva Orleans en 2008, que son de sus más famosas.
No sabemos a qué se refiere la Oficina de Propiedad Intelectual con la declaración de que el artista actúa de mala fe, pero se dice que la compañía que crea tarjetas de felicitación, Full Color Black, que ha recreado algunas de las obras de Banksy para sus productos, fue la que convenció al tribunal de que abandonara los trademarks (los derechos de marcas comerciales) que el artista había reclamado en las dos piezas.
Además, se sabe que Banksy es famoso por tener una postura bastante abierta en cuanto a su arte, incluso llegó a decir que el copyright es para perdedores y que no tiene problemas con que las personas copien, tomen prestado y usen su trabajo, pero eventualmente se dio cuenta de que eso no tiene muchos beneficios para el artista y ha reclamado los derechos de muchas de sus piezas.
Este nuevo fallo parece estar conectado con el hecho de que, al no conocerse la verdadera identidad del artista, cualquiera puede reclamar los derechos de sus obras, por lo que, si quiere conservarlas, podría tener que revelar su identidad.
¿Podría eso arruina la popularidad y la figura de Banksy? Realmente no se sabe, el tribunal no ha dicho si el artista tiene que revelar su identidad al mundo entero o solo a un par de personas clave que lo ayuden a proteger sus obras, pero hasta ahora es el misterio lo que ha generado tanto interés, así que lo que pase después definitivamente va a afectar la carrera del artista.
Aunque no es que ponerle una cara y un nombre al grafitero signifique que perderá su talento o su capacidad para crear piezas con mensajes importantes que además se convierten en puntos clave y muy visitados de las ciudades que el artista visita.
Por ahora solo queda esperar a ver qué pasa.