Martes, 13 de julio del 2021
¿Cuándo fue la última vez que te tomaste un break? Y no estamos hablando del ‘break’ que crees que tuviste, en el que estuviste ocupado el 70% del tiempo y pegado a una pantalla el otro 30%, hablo de un descanso real. Después de que la aplicación de citas Bumble le diera a todo su equipo de trabajo (700 personas) una semana de descanso para desconectarse, concentrarse en sí mismos y, posteriormente, abordar el agotamiento, muchos de nosotros asentimos con la cabeza con un rotundo ‘sí, claro que también podríamos hacer algo así’.
‘Muchas personas han superado este prolongado período de incertidumbre con una productividad despiadada, o una procrastinación obstinada (a menudo oscilamos entre los dos); ambos pueden agotarnos’, dice Chance Marshall, socio fundador y psicoterapeuta creativo en Self Space, un centro de salud mental que ofrece diferentes tipos de terapias. ‘Meses de inseguridad, muerte, dolor, dislocación, cambios de roles, límites borrosos, educación en el hogar, mudanza de casa o trabajo, soledad y un llamado constante para navegar por el cambio, tanto interno como externo, significan que no solo estamos agotados por el trabajo, sino también que esto nos ha rebasado’.
El Trastorno de Estrés Postpandémico y su impacto no solo nos quitaron la posibilidad de viajar dentro y fuera del país (lo que significó que muchos de nosotros renunciamos por completo a las vacaciones anuales y continuamos mientras esperábamos la libertad), sino que trabajar desde casa también significa no saber cuándo desconectarte. Además, ¿cuántas personas conoces que alguna vez se hayan tomado un descanso adecuado para tener un almuerzo tranquilo?
Estar ocupado también ha sido durante mucho tiempo una insignia de honor y es común que una agenda agitada es vista como la máxima señal de éxito. ‘Somos adictos a estar ocupados. Cuando completamos las tareas, nuestro cerebro libera la hormona del placer: dopamina, la cual nos hace sentir bien’, agrega Marshall. Podemos engancharnos con este sentimiento debido al valor cultural que se le da al logro y la productividad.
¿Por qué resulta tan bueno tomar un descanso?
La ciencia muestra que tomarse un breve descanso es más beneficioso de lo que piensas, en un estudio reciente realizado en el 2021 por el National Institute of Health, se encontró que el descanso es lo que ayuda al cerebro a aprender nuevas habilidades, y que ‘el descanso despierto juega un papel tan importante como practicar para aprender una nueva habilidad’
Mientras tanto, también se ha demostrado que los descansos recuperan la motivación y la concentración (sí, por favor), mejoran la salud mental y física, y además aumentan tanto la productividad como la creatividad, haciendo del descanso una actividad que todos deberíamos priorizar, como el mindfulness, que el combate del estrés.
¿Cómo hacer del descanso parte de tu vida?
No hace falta ser un científico para saber que hay distintas formas de tomar un descanso; Ya sea que se trate de una pausa para el almuerzo, una siesta de veinte minutos o, unas vacaciones de una semana, es hora de dejar la rueda del hámster y ser inteligente para incorporar el descanso en su rutina.
Comunicar: da a conocer tus tiempos de descanso a tus colegas, para que comprendan cuándo estará y cuándo no estará en su escritorio. Te ayudará a garantizar que se ciña al tiempo que se ha reservado para usted.
Establecer límites: pregúntete: ¿estoy haciendo todo esto porque quiero o porque necesito hacerlo? ¿O lo hago por compulsión y miedo? Dice Chance Marshall, quien nos menciona, que no podemos esperar que la gente valore nuestro trabajo si no demostramos que nos valoramos lo suficiente como para mantener límites incómodos. Define lo que es importante para ti, práctica decir que no y haz lo que normalmente no sería lo ‘bien hecho’ (es decir, tomar un descanso durante el día).
Práctica Niksen: un concepto holandés que significa ‘no hacer nada’: Niksen comprende todo tipo de actividades ‘sin propósito’, como mirar por la ventana o escuchar música. Toma descansos de cinco a 10 minutos en tu día, dirígete a un lugar tranquilo o relajante y deja de lado todas las distracciones. ‘Respira profundamente y haz una pausa; es como la atención plena, pero en lugar de entrar en zonas, se está desconectando’, aconseja Marshall.
Sal al aire libre: dado que los estudios demuestran que salir al aire libre y moverse son excelentes para nuestro bienestar físico y mental (sin mencionar nuestra creatividad), ¿por qué no dar una caminata de 20 minutos en varios momentos del día? Preste atención a su entorno y respete los principios de los exteriores, manteniéndose alejado de su teléfono.
Tomar una siesta: ¿trabajas desde casa? Entonces, prueba una siesta energética de 20 minutos para revivir durante el día. Estudios demuestran que puede ayudar a restablecer su cuerpo y mente, además de aumentar los niveles de energía, el rendimiento y el estado de ánimo.
Haz algo que disfrutes: motívate para tomar un descanso programando algo que quieras hacer y que no funcione. Llame a un amigo, lea un libro o invierte algo de tiempo en preparar un gran almuerzo; sea lo que sea, conviértalo en tu prioridad.
Tener una conversación: si está rodeado de gente mientras trabaja, no es malo tener una charla rápida. La investigación ha encontrado que los ‘mini descansos’ que constituyen unos minutos fuera de su carga de trabajo o charlando con amigos, pueden ayudarlo a sentirse recuperado después.