Jueves, 11 de noviembre del 2021
Siempre nos enseñan a temer a la soltería. Sin embargo, los que la hemos vivido durante mucho tiempo, sabemos que, aunque suene aburrida, es todo un torbellino de emociones y oportunidades. Aquí diez cosas que sólo entenderás si eres soltero.
Todos tus amigos te buscan cuando sus parejas salen
Eres el soltero del grupo, y como tal, siempre estás disponible para una buena noche de fiesta. Es más, conoces la fiesta mejor que nadie porque nadie te va a regañar al día siguiente por haber llegado a casa tardísimo. Por eso, todos tus amigos saben que si de diversión se trata, eres la persona a la que deben acudir.
Tu libertad se convierte en tu propia enemiga
La soltería tiene varias etapas: a veces quieres estar con alguien, a veces quieres darte vida de soltero codiciado de la farándula… pero mientras descubres qué diablos quieres aprendes a apreciar tanto tu libertad, que ya no es tan fácil cederla. ¿Avisarle a alguien dónde estás? Nah. ¿Tener que cuadrar agendas para ir de viaje? Jamás. ¿Soportar a amigos insoportables sólo porque tu pareja “los quiere mucho de toda la vida”? Nunca más. Ni hablemos de la idea de compartir tu casa. La libertad es tan bonita que hace que cada vez sea más difícil compartirte.
No tienes que verte bien para nadie
Digamos que ya pasaste tu etapa de soltero desesperado en cacería. Ahora te vistes para ti y sólo para ti, y si quieres usar el mismo outfit una semana entera, quizás no sea la idea más higiénica pero no importa. ¿Quieres vivir la vida en pants y chanclas? Vas. No tienes que verte sexy para nadie.
Ya no te aterra ser el mal tercio
Cuando eres soltero novato, ser el mal tercio de tus amigos es deprimente, pero con el tiempo te das cuenta de que es inevitable y no te da ni tantita pena. Incluso podrás parecer el hijo adoptivo de tu pareja favorita y te vale. Siempre tendrá sus momentos incómodos, claro, pero hay un punto en el que tu mente sabe reprimirlos.
El eterno ciclo de las apps de citas
En algún momento alguien te sugerirá bajarlas, o bien, a ti solito se te ocurrirá, sólo para probarlas, aburrirte, borrarlas, aburrirte de nuevo, bajarlas de nuevo, y así en un loop infinito.
Las reuniones familiares se vuelven un suplicio
Sobre todo a partir de los treinta. Nunca falta la tía que sale con su comiquísimo: “¿Ya te estás tardando en casarte, eh?”. Voy a morir sólo, tía, feliz Navidad a ti también. Si no eres homosexual, da por hecho que han pensando que lo eres. La soltería te convierte en sujeto de intriga y chismes jugosos.
A veces te sientes solo
Eres una leyenda. Eres independiente, haces lo que se te dé la gana, sigues manteniéndote en forma, sales (o no) con quien tú quieras, eres dueño de tu tiempo… tienes la vida que los emparejados tontamente dejaron ir. Y en público te crees lo máximo por eso. Sin embargo, de vez en cuando te gustaría estar con una persona especial y constantemente te preguntas si ya llegó tu momento de ceder ante el amor.
Nadie recurre a ti para consejos de amor
La gente podrá pedirte consejos de ligue, pero jamás de relaciones porque obviamente no sabes nada de eso… o eso creen. Aunque a veces te sientes menospreciado por eso, una gran parte de ti está feliz de no tener que echarse problemas ajenos. Y si alguien llega a platicarte un poco, lo único que pasa por tu mente es la felicidad de no tener que vivir esos problemas en carne propia.
La vida está llena de posibilidades
Ser soltero es una montaña rusa emocional. A veces lo odias, a veces te preguntas si estarás así por siempre, a veces quieres estar así por siempre, a veces te sientes como un galán de Hollywood, a veces como un apestado solterón, a veces no sabes qué hacer con tu tiempo libre y a veces amas hacer y deshacer a tu antojo… y justo ahí está la belleza: todas las opciones son posibles. Tú decides cómo vivir tu soltería.