Lunes, 14 de marzo del 2022
La organización de una boda es un reto al muchas novias se enfrentan con ilusión, pero también con muchas preguntas. La pareja debe tomar numerosas decisiones hasta que su gran día tiene lugar y, en ocasiones, un proceso que debería ser apasionante se puede convertir en una sucesión de dudas y cansancio si no se gestiona de la forma correcta.
1. Sé siempre fiel a tu estilo
Decía Coco Chanel que la moda pasa, pero el estilo permanece. Novias anónimas, celebrities e 'it-girls' coinciden en que, en un día tan importante, la protagonista de la boda no debe sentirse disfrazada. Sé siempre fiel a tu estilo y apuesta por aquellos cortes, mangas, detalles y escotes con las que te sientas más cómoda. A pesar de que las tendencias pueden catapultar un look nupcial al éxito, los estilismos que más triunfan son aquellos con los que la propia novia se ve favorecida. Prima la sencillez frente a la extravagancia.
2. Define un plan para trabajar con los proveedores que te apasionan
Desde el primer momento tienes un compromiso con tu boda. Construye tu propio plan, trabaja con plazos y ponte hitos, para que puedas contar con los proveedores que realmente te apasionan. En esa cuenta atrás, la pareja debe definir desde el primer momento qué tipo de enlace quiere celebrar, dónde lo hará y con qué profesionales lo conseguirá, de esta forma evitará que el tiempo se le eche encima y conseguirá mejores tarifas.
3. Confía en los que te rodean
La última decisión siempre será de la pareja, pero dejarse aconsejar es necesario. Familiares y amigos se pueden convertir en grandes aliados para los novios. No dudes en contar con la ayuda y recomendaciones de los que te rodean y quieren, porque muchos de ellos han podido estar en tu situación. Cada vez son más las novias que delegan tareas en sus madres, padres, hermanos y en las madrinas del gran día, con el fin de liberar algo de trabajo.
4. En la elegancia está la clave
Ante la duda, opta por looks y decoraciones elegantes. Propuestas sencillas o muy sofisticadas, pero siempre bajo el paraguas de la elegancia. Esta elegancia es la clave para acertar y conseguir una boda que permanezca en el recuerdo gracias a su atemporalidad y buen gusto. Descarta las tendencias que no casen con el estilo por el que te has decantado para tu gran día.
5. Busca ayuda, si no puedes con todo
Con la agenda apretada y con una lista de planes por hacer. Así se encuentran numerosas novias poco después de su petición de matrimonio. Dejarse ayudar o confiar en una wedding planner se convierte en indispensable y una vía para disfrutar más del proceso.
6. Echa el freno siempre que lo necesites
Los novios vuelcan toda su ilusión en este día, tienen ganas de disfrutar al máximo y de que todo salga perfecto, y es esto lo que en muchas ocasiones acaba generando un gran nivel estrés o de ansiedad. En las bodas hay muchos detalles que deben organizarse o preverse y no todos los factores dependen de nosotros mismos.
7. No renuncies a tu personalidad
Una boda debe plantearse a la medida de la propia pareja. Las novias ¡HOLA! no renuncian a su personalidad y a disfrutar de una jornada repleta de sorpresas para todos sus invitados. En una era en la que las escenas nupciales y pedidas de mano son cada vez más virales, son muchos los prometidos que se esfuerzan por ofrecer una celebración agradable y divertida a sus convidados, pero siempre dentro de la estética e idea inicial de la que partieron.
8. Quiérete tal y como eres
Con la cuenta atrás para una boda son numerosas las novias que comienzan una puesta a punto, en términos de belleza, para conseguir la mejor versión de sí mismas. Esa puesta a punto debe ser responsable, sin optar por recetas milagro y desde la honestidad. Las prometidas deben quererse tal y como son y optar por técnicas y profesionales cualificados para cuidarse por dentro y por fuera.
9. Guarda cada recuerdo del proceso en tu corazón: el tiempo vuela
Al final de la boda lo que permanece intacto son los recuerdos.
10. Concédete algún capricho
Nuestro último, pero no menos importante, consejo es que te escuches a ti misma. Una boda también es un proceso en el que la pareja debe mimarse y, ya sea mediante pequeños detalles, inversiones o decisiones, la novia también puede concederse algún capricho. Hacerse con esos zapatos con los que siempre había soñado, tomarse un día libre para organizarlo todo o apostar por esa luna de miel con la que sueña desde hace años son buenas opciones para ello.