¿Alguien más está sintiendo su maquillaje derretido? El calor está haciendo que todo se sienta pegajoso y, sinceramente, no es bonito.
El único momento en el que queremos que nuestra cara se sienta resbaladiza, es cuando estamos recién salidas de la ducha, pero no aprobamos la sensación cuando estamos completamente vestidas y nuestra cara está húmeda. Además, finalmente ha llegado el verano, pero aquí hay un problema. ¿Cómo uno puede parecer profesional en el día a día en la oficina mientras suda por todos lados? ¿Cómo lucir frescas y tranquilas con el rímel derritiéndose en las cejas?
Tenemos una respuesta para eso. Comenzar con un corrector y terminar con una bruma facial matificante. Aquí repasamos los pasos intermedios.
Menos es más
Si te estás quitando capas de ropa como si estuvieran pasando de moda, es hora de aplicar la misma teoría a tu rostro. Las bases de maquillaje ultracompactas y de larga duración pueden presumir de ser a prueba de balas, pero también suelen ser oclusivas (bloquean el flujo de aire), comedogénicas (obstruyen los poros) y muy claustrofóbicas con el calor sofocante. La verdad es que la sudoración es inevitable y es probable que la base de maquillaje se acabe resbalando, así que en lugar de luchar contra la transpiración, trabaja con ella.
Mejor, opta por capas ligeras como las bases de maquillaje transpirables, que aunque son menos duraderas, también es menos probable que te acaloren. O bien, utiliza tu fórmula de larga duración, pero con más moderación.
Si no necesitas una cobertura extra, renuncia a la base de maquillaje y utiliza un corrector resistente al agua y a los movimientos, poniéndolo estratégicamente justo donde lo necesitas.
Y un arma secreta para igualar los tonos de piel pálidos y medios y añadir brillo, es el bronceado facial. Aplícalo después de desmaquillarte por la noche, asegúrate de difuminarlo en la línea del cabello y lávate las manos después; luego levántate con un aspecto más bronceado y sáltate la cobertura extra. Para evitar que el color se transfiera, las fórmulas transparentes son una gran opción.
Juega con el acabado de tu base de maquillaje
Si prefieres quedarte con una base de maquillaje, ten en cuenta su acabado. Las texturas brillantes pueden funcionar bien en primavera, pero en los días de mucho sudor, prueba cambiar a un acabado ligeramente más mate (o semimate). Los aceites de tu cara ayudarán a añadir su propio brillo natural de todos modos, así que mejor empezar con algo ligeramente menos luminoso para que no acabes viéndote brillante más tarde en el día.
El waterproof es el camino a seguir
Las texturas difuminadas son sensuales en invierno, pero no son las adecuadas para el verano. Cuando se trata de las cejas, las pestañas e incluso la sombra de ojos, opta por fórmulas nítidas y resistentes al agua que no se derritan y se mantengan en el calor.
Aléjate del iluminador
El sol ayuda a sacar lo mejor del iluminador, captando las partículas que reflejan la luz y haciéndolo brillar. Un poco se ve bonito y demasiado significa que las mejillas se convierten en una bola de disco en un día de piel resbaladiza. No es un buen aspecto. Así que evita ponerlo en exceso. Precaución: acabará deslizándose hacia abajo de todos modos.
Una bruma matificante es tu mejor amiga
No hay nada como una bruma refrescante en un día de mucho calor. Te ayudará a calmar las rojeces, las mejillas húmedas y, posiblemente, el mal humor. Así que, ¿por qué no duplicar la función y elegir una que sea matificante y que ayude a fijar la base para evitar un maquillaje derretido?
Fuente: glamour.com