Kim Kardashian y el regreso del tankini inspirado en los años sesenta

Lunes, 4 de julio del 2022

Kim Kardashian ha vuelto a viralizarse esta semana y no solo por ser toda una magnate televisiva, el nombre y la imagen de la empresaria se han popularizado esta semana (y por enésima vez) por cuestiones relacionadas con la moda. Y es que para el lanzamiento de la nueva colección de SKIMS, cambió su gótica licra negra de Balenciaga para llevar un tankini metalizado muy al estilo Barbarella.

La celebridad, Kim Kardashian remueve el pasado y nos trae una tendencia que se remonta directamente a los años 60. En una década en la que el futurismo fue una constante en la moda, Jane Fonda protagonizó una película que se considera el embrión del cine de ciencia ficción y que además convirtió a la actriz en un icono sexual.

¿Cómo llevar un tankini al estilo de Kim Kardashian?

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La empresaria se inspira en la heroína del comic Barbarella y su atuendo para inspirar una tendencia sexy, con una silueta marcada, en tono metalizado. Para los accesorios se decanta por los brazaletes, argollas y hebillas que dan el toque final. Muchos diseñadores han incluido looks basados en esta fuente de inspiración, aunque destacan especialmente Alexander McQueen y Roberto Cavalli.

Si algo es una realidad es que el tankini está reclamando su atención esta temporada. Pero, ¿qué es un tankini? La palabra es mucho más sencilla de lo que parece. Viene del propio bikini y del tank top, la camiseta de tirante espagueti que fue uno de los básicos de celebridades como Cameron Diaz allá por los años 90.

En consecuencia, su alianza con el bikini destierra el sujetador mínimo en sus diferentes versiones por una especie de top cuyo uso de tela lo aproximan más bien a una camiseta corta de tirantes. Resulta curioso: aunque las bragas de talle alto y toque retro (esas que se crearon para cumplir con la censura de los ombligos en pantalla del código Hays en el cine) sigan omnipresentes, la tendencia oscila hacia las siluetas en ‘V’ y los cortes de entrepierna muy altos, como se llevaban en los años 80 (y nos dejaron grabados a fuego los bañadores rojos de Los vigilantes de la playa). Las bragas se minimizan, los tops tienden a cubrir más centímetros de piel.