Martes, 9 de agosto del 2022
Muchas olvidamos un paso esencial en nuestra rutina de maquillaje: limpiar las brochas. “Ningún pintor puede crear una obra de arte sin los pinceles adecuados, así como ningún maquillista puede hacer looks sin brochas excelentes” dijo la make-up artista Charlotte Tillbury.
Si lo que buscas es un look increíble, lucir una piel sana y prolongar la vida de tus herramientas, entonces es necesario que las limpies con regularidad.
¿Cuándo lavarlas?
Esto será dependiendo el tamaño y productos que utilices en cada brocha. Por ejemplo, las brochas que usamos para aplicar productos líquidos o en crema, deben lavarse cada dos semanas, pero esto no quiere decir que no las limpies semanalmente con un pañuelo o te asegures que no queden muchos restos sobre las cerdas. Para las fórmulas en polvo como sombras o selladores, sólo hace falta lavarlas una vez al mes.
¿Con qué lavar mis brochas?
Cuidar tus brochas de cerdas naturales es como cuidar tu propio pelo: aplica cualquier shampoo (el de niños es muy popular por su suavidad) y con agua templada enjuaga hasta eliminarlo por completo. En cambio, para las brochas sintéticas puedes usar un jabón líquido o una pastilla para eliminar todos los restos de aceite o ceras que puedan contener. Después de lavarlas profundamente, asegúrate de secarlas, envolviéndolas en papel de cocina y secando bien la base. Luego, con la ayuda de una liga, cuélgalas boca abajo para que liberen toda la humedad y agua. Solo recuerda que deben secarse de forma natural y evitar herramientas de calor.
¿Cómo lavar las brochas?
La mejor manera de lavar las brochas es frotándolas en la palma de la mano (como si la estuvieras pintando), pero también existen unos pequeños tapetes de silicón que pueden facilitarte esta tarea y se adaptan a cualquier tamaño de brocha. Asegúrate de frotar y enjuagar hasta que el agua salga sin ninguna mancha para tener la certeza de que ya eliminaste cualquier resto de maquillaje y ¡listo!
Otro factor importante en el cuidado de tus brochas es la manera en la que las guardas, ya que pueden llegar a perder su forma o despeinarse fácilmente, por lo que lo mejor es tener un estuche específico para ellas o ponerlas en un lugar seco y aireado, así evitarás la acumulación de bacterias y polvo.
Pero ojo, no las guardes ni las coloques verticalmente hasta que estén completamente secas, para no arriesgarte a la humedad. Te recomendamos que limpies tus brochas en un mismo día para que así no se te olvide cuáles ya lavaste y puedas tener todas las herramientas listas para tu siguiente look.
Fuente: quien.com