Jenna Ortega revela que hacía autopsias en animales cuando era chica

Miércoles, 23 de noviembre del 2022

Jenna Ortega está en su dark diva era con el estreno de Wednesday , la serie de Merlina y la familia Addams en Netflix. Recordemos que para la premiere usó un vestido de novia gótica, firmado por Versace y se hizo viral. Y oficialmente está en su era gótica y no solo por sus looks, sino por las declaraciones que ha dado.

En una entrevista de Wired, la estrella de Wednesday admitió que cuando era niña, diseccionaba animales por diversión. La joven de 20 años dijo esto mientras hablaba de su buena amiga y coprotagonista de Fallout, Maddie Ziegler. Aquí lo que dijo. El internet está en shock.

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“Siento que Maddie y yo somos la misma persona en diferentes fuentes. Ella es tan rara”, dijo Jenna Ortega. “Y soy un bicho raro en el sentido de que solía realizar autopsias en pequeños animales cuando era más joven, como pequeños lagartos que encontré muertos en mi patio trasero”, dijo. Luego agregó que Ziegler es rara “en el sentido de que estalla en personajes o movimientos o hace muecas”.

Además, Jenna habló sobre su extraña fascinación por las cosas perturbadoras en una entrevista con Olivia Rodrigo para The Face. “Hay algunas fotos realmente inquietantes de mí sonriendo súper ampliamente con cosas en toda la cara, tirada en el suelo cubierta de sangre”, dijo Jenna Ortega. “Me encantan esas cosas porque no son reales. Toco madera, todavía no me han apuñalado, así que para mí sigue siendo divertido lo que hago en el trabajo, lo cual es tan horrible de decir. Me encanta cuando sale la sangre. Me encanta rodar escenas de persecución, son muy divertidas para mí”.

También dijo que le encantan los guiones oscuros y admitió que los siente muy naturales. “Creo que nos encontramos”, dijo en esa misma entrevista. “Hay una cadena invisible que está conectada a asesinos en serie, monstruos, criaturas y a mí mismo. No importa donde vaya."

“Desearía que la gente pudiera ver el otro lado de las películas de terror”, continuó. “Nos reímos mucho todo el tiempo. Rodamos una escena con Ghostface en el último Scream y hubo un día en el que no podíamos parar de reír mientras hacían su monólogo. No es tan grave. Es muy difícil asustarme. Las personas que crecían saltaban detrás de los marcos de las puertas y yo no me inmutaba”.