Viernes, 2 de diciembre del 2022
La vida sin comida sería un error. ¿Cómo sería ver un maratón de Netflix sin pizza? ¿Qué sería de nuestra vida familiar sin hot cakes con mermelada y chocolate caliente los domingos por la mañana? ¿Podrías siquiera imaginar cuántos sabores, colores y olores te habrías perdido si no comieras? ¿Cuántas historias jamás habrías escuchado? ¿De cuántas risas y pláticas te habrías privado?
Sí, comer es vital para el espíritu pero también para el cuerpo. Como todos lo sabemos, es una necesidad inexorable, algo que no se puede cambiar. De dejar de hacerlo, esto es lo que ocurriría:
A las 6 horas
Nuestro cuerpo no espera ni tiene recesos: todo el tiempo está en movimiento intentando sobrevivir. A las 6 horas sin consumir ningún tipo de alimento comienza una etapa que se llama cetosis; debido a la falta de carbohidratos el cuerpo comienza a ocupar la grasa corporal. El 25 % de las fuerzas van hacia el cerebro y lo demás se distribuye en la sangre y el resto del cuerpo.
El cerebro necesita funcionar. Lo tiene claro. La energía disponible en el cuerpo debe ser priorizada para él. Por lo tanto, el sistema inmunológico la cede y se vuelve más propenso a adquirir alguna enfermedad. Además de las vitaminas y minerales, el cuerpo comienza a "comer" músculo. Conforme pasan las horas este órgano deja de funcionar, los estragos resultan evidentes y las tareas cotidianas se dificultan conforme pasa cada minuto.
Después de 72 horas
El cuerpo se consume a sí mismo. Al no tener otra fuente de energía, comienza a usar sus reservas proteicas. El deterioro cognitivo se hace más evidente. La velocidad de reacción disminuye y la memoria sufre daños irreparables.
1 a 2 semanas
El sistema inmune se deteriora mucho más y deja de realizar sus tareas fundamentales. En al caso de las mujeres, cesa la menstruación. En este tiempo la muerte se hace más probable o bien por la falta de alimentos o por la propensión a contraer alguna enfermedad derivada del mal funcionamiento de las defensas. La muerte por inanición puede ocurrir desde las tres semanas o los 70 días.
En resumen, el cuerpo actúa de esta manera:
El organismo activa una especie de “mecanismo de emergencia”cuando no recibe alimentos. Atendiendo a esta señal, primero "come" las reservas de glucógeno para obtener energía, cuando el ayuno continúa quema el tejido graso y al final, consume la masa muscular para producir glucosa.
De acuerdo a un estudio de la British Medical Journal, los humanos pueden sobrevivir sin comida durante 30-40 días, siempre y cuando se mantengan bien hidratados. Sin agua sólo podrían sobrevivir cerca de 8 días.
Sin embargo, según dijo el especialista Alan D. Lieberson a Scientific American:
«La duración de la supervivencia sin alimentos está muy influenciada por factores como el peso corporal, la variación genética, otras consideraciones de salud y, lo que es más importante, la presencia o ausencia de deshidratación».
El hambre —que tanto nos pone irritables y neuróticos— es la señal que manda nuestro cuerpo para que no ocurra este desastre. Es una especie de recordatorio de que no somos seres solitarios e independientes en el Universo, sino que necesitamos de cosas fuera de nosotros no sólo para sobrevivir, sino para gozar de las cosas deliciosas de la vida.
Fuente: culturacolectiva.com