Lunes, 13 de marzo del 2023
Beber café para comenzar el día puede ser una muy buena elección. Para algunas personas es necesario por su capacidad estimulante y otros disfrutan de beneficios como la hidratación básica y otros efectos positivos que alargan la vida, según la ciencia. No obstante, lo mejor sería dejarlo para después del desayuno, de acuerdo con los científicos de la Universidad de Bath (Reino Unido).
Los investigadores británicos han confirmado que un café solo cargado puede desperezar a cualquiera, aunque también empeorará los niveles de azúcar en la sangre por culpa de su efecto en el metabolismo. Así lo han comprobado con su experimento en un grupo de hombres y mujeres sanos a los que dividieron en tres grupos para comparar los resultados entre quienes tomaban café antes o después del desayuno y en relación con su calidad de sueño la noche anterior.
La investigación publicada en la revista científica British Journal of Nutrition ha analizado una situación habitual: los que beben un café bien cargado para activarse después de una noche en que ha dormido mal y desayunan después para recuperar energía. Según los análisis de sangre, es una mala decisión porque dispara los niveles de glucosa hasta un 50 % respecto a quienes han dormido bien o no han descansado bien y evitan el café o lo posponen a un buen rato después del desayuno.
El metabolismo se sobrecarga con el café, el sueño y la comida
Los científicos explican que esto puede producirse debido a la conexión entre la cafeína y la resistencia a la insulina, algo que ya han demostrado estudios previos. En este caso se produce una combinación negativa para el metabolismo: no haber descansado bien y el estímulo del café. Esta mezcla exige un mayor esfuerzo al proceso metabólico y provoca que el organismo no sea capaz de procesar el azúcar presente en los alimentos que se ingieren.
"En pocas palabras, nuestro control de azúcar en la sangre se ve afectado cuando lo primero con lo que nuestros cuerpos entran en contacto es con el café, especialmente después de una noche de sueño interrumpido", resumió en la presentación de los resultados James Betts, codirector del Centro de Nutrición, Ejercicio y Metabolismo en la Universidad de Bath.
La solución para quienes no quieren abandonar el café pero prefieren cuidar su salud relacionada con la glucosa es más sencilla de lo que parece. "Podríamos mejorar desayunando primero y luego bebiendo café más tarde si sentimos que todavía lo necesitamos", aclaró James Betts. Lo que no está tan claro es cuanto tiempo habría que esperar, puesto que hay personas con un metabolismo más lento que otras y los científicos todavía no han profundizado en este estudio.
Fuente: Men´s health Esp