Miércoles, 17 de mayo del 2023
Las personas que son realmente felices suelen tener comportamientos muy concretos que se repiten. Si bien estas actitudes son consecuencia o resultado de la felicidad misma, también es cierto que juegan un papel importante en mantener este estado de felicidad y hacerlo más duradero.
Centran su atención en el presente
Revivir constantemente los errores del pasado o tener todo el tiempo en mente las preocupaciones del futuro son comportamientos estrechamente relacionados con la ansiedad e incluso la depresión. Una persona feliz disfruta el aquí y el ahora; comprende que siempre será el momento más importante de su vida. Es precisamente por ello que son capaces de disfrutar los pequeños detalles que los rodean.
Saben lo que quieren
Si bien esto podría parecer sumamente sencillo o una característica que todos poseen, la realidad es que no siempre es así. Las presiones del día a día y los problemas individuales suelen confundir a las personas a tal punto que olvidan la importancia de buscar eso que los hace felices para quedarse en la rutina o en las zonas de confort.
Buscan relaciones sanas
Una persona auténticamente feliz valora su felicidad por encima de lo demás, es por ello que pueden identificar con facilidad cuando una persona no está aportando nada positivo a su vida y son capaces de dejarla ir sin ningún tipo de culpa o remordimiento. Entienden que las relaciones sanas se construyen con base en el respeto, la confianza y el amor propio, el cual es estrictamente necesario para que exista amor o cariño entre más personas.
Hábitos saludables
La felicidad de una persona depende tanto de su salud mental como de la física. Es justo por ello que hábitos como el ejercicio o una alimentación sana suelen formar parte importante de su vida. De hecho, los estudios demuestran que hacer ejercicio de manera regular traen muchas consecuencias positivas a la vida de las personas, pues ayuda a liberar neurotransmisores y químicos asociados a la felicidad.
Aceptan sus errores
Una persona feliz es alguien consciente de sí mismo, por lo tanto, ven en sus equivocaciones una oportunidad para seguir creciendo y mejorar. Buscar a quien culpar por sus errores no es más que una pérdida de tiempo para ellos, además, saben pedir perdón cuando es necesario.
Fuente. cosmopolitan.com